Perspectiva Global

Banxico: del recorte restrictivo a la pausa laxa

Banxico podrá reducir la tasa de referencia a un nivel alrededor de 10.25 por ciento este año.

La Junta de Gobierno del Banco de México llevó a cabo su reunión de política monetaria la semana pasada y el jueves 9 de mayo se dio a conocer su decisión. Dejaron la tasa de referencia sin cambio en 11.00 por ciento, como era ampliamente anticipado. No obstante lo anterior, juzgando por el movimiento de las tasas de rendimiento de los bonos del gobierno mexicano denominados en pesos, así como los derivados de tasas de interés después del anuncio, la mayoría de los participantes de los mercados tomó el tono de su comunicado como ‘restrictivo’. Sobre todo porque la decisión de dejar la tasa sin cambio fue unánime y porque el staff revisó sus proyecciones de inflación al alza. En mi opinión, este no el mensaje que la Junta de Gobierno de Banxico quiso enviar y pienso que esto será mucho más claro en la publicación de las minutas, la semana que entra, el 23 de mayo, así como en la publicación de su informe trimestral el 29 de mayo. En mi opinión, en su reunión antepasada, el 21 de marzo, la Junta de Gobierno instrumentó un ‘recorte restrictivo’, al haber disminuido el nivel de la tasa de referencia en 25 puntos base (0.25 puntos porcentuales), pero con un tono restrictivo y la semana pasada, una ‘pausa laxa’.

Considero que es muy difícil que las diferencias de opinión que existen actualmente entre los miembros de la Junta de Gobierno les permite enviar una guía prospectiva clara. Habiendo leído las minutas de la decisión del 21 de marzo y dando seguimiento en la medida de lo posible a los discursos de varios miembros de la Junta de Gobierno, pienso que a pesar de haber decidido dejar la tasa sin cambio, tanto la gobernadora Victoria Rodríguez, así como los subgobernadores Omar Mejía y Galia Borja, desean continuar recortando la tasa de interés en junio. Por su parte, el subgobernador Jonathan Heath podría votar por bajar la tasa de referencia en junio en caso de que la inflación observe una trayectoria descendente, sobre todo el subcomponente de servicios (excluyendo educación y vivienda). Por último, considero que la subgobernadora Espinosa todavía no ve espacio para disminuir la tasa de referencia en el futuro previsible. De esta manera se ven pocas opciones para modificar la ‘guía futura’ en el comunicado de política monetaria. Es más, en mi opinión, era muy factible que la Junta de Gobierno decidiera no modificar ese sexto párrafo del comunicado, con respecto al de su reunión anterior, el 21 de marzo.

En mi opinión, existen tres razones por las cuales el Banco de México continuará su ciclo de baja de tasas en su siguiente reunión de política monetaria del 27 de junio: (1) A pesar de las dificultades que menciono en torno a la ‘guía futura’, en el comunicado que acompaña la decisión, la Junta de Gobierno decidió incluir la frase “ajustes a la tasa de referencia” en el párrafo que dedica a la ‘guía futura’, que no estaba presente en el comunicado de su reunión anterior, el 21 de marzo; (2) haber ajustado la proyección de inflación del staff ligeramente al alza, sobre todo en el corto plazo, puede permitir a la Junta de Gobierno bajar la tasa de referencia con mayor probabilidad, dado que aumenta la posibilidad de que se registre alguna ‘sorpresa’ inflacionaria a la baja. Quiero señalar que esto no me parece una manipulación o ‘truco’ para poder bajar la tasa de interés más fácilmente hacia delante, debido a que cuando uno pronostica, es necesario ir incorporando la nueva información al pronóstico y no lo están modificando en varios puntos porcentuales. De hecho, las revisiones no pasan de 40 puntos base en algún trimestre (en términos anuales). Adicionalmente, la tasa de interés se encuentra en un nivel muy elevado tanto en términos históricos, como en términos relativos con respecto a muchas economías emergentes. Tener una tasa nominal en 11.00 por ciento o en términos reales arriba de 6.00 por ciento (ex-post) o de 7.00 por ciento (ex-ante) le da amplio margen a Banxico para poder disminuir el nivel de restricción, a pesar de que el proceso desinflacionario sea más lento; y (3) la inflación, al menos en el corto plazo, va a observar una trayectoria descendente, tanto la inflación general, como la subyacente. Esta razón es más especulativa, debido a que tiene que ver con mis propias proyecciones de inflación.

En este sentido, considero que los números de inflación de mayo y junio se caracterizarán por lo siguiente: (a) Una mayor deflación por tarifas eléctricas, debido a que un mayor número de ciudades participan en el programa de descuentos de verano de la CFE este año, sobre todo por ser un año electoral; (b) una menor volatilidad de los precios de los agropecuarios al estarse disipando el fenómeno climático El Niño; y (c) un menor impulso quincenal de servicios –sobre todo excluyendo educación y vivienda–, debido a que tanto a los restaurantes y similares, así como a las fondas, taquerías y loncherías, por ejemplo, ya no les es posible continuar transfiriendo incrementos de precios tan significativos como en los últimos dos años debido a una respuesta de la oferta, con una gran cantidad de aperturas y reaperturas de este tipo de establecimiento. Es decir, los que sobrevivieron la pandemia ya no cuentan con tanto poder monopólico para continuar aumentando precios de la manera como lo estuvieron haciendo. Así, considero que Banxico podrá reducir la tasa de referencia a un nivel alrededor de 10.25 por ciento este año.

Nota: La tasa de interés real ex-post se refiere a ‘substraer’ la inflación actual (4.7 por ciento) de la tasa de interés nominal (11.00 por ciento). La tasa real ex-ante es ‘substraer’ las expectativas de inflación 12 meses hacia delante, de la última encuesta de especialistas del Banco de México (3.9 por ciento) a la tasa nominal.

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