Leer es poder

Ganar como sea

Morena hará todo lo posible por ganar las elecciones intermedias. En Morena no son demócratas, es un movimiento que funcionó para llevar a su caudillo al poder.

Como cualquier partido en el poder, Morena hará todo lo posible por ganar las elecciones intermedias: la mitad de los gobernadores, todos los diputados y miles de alcaldes y diputados locales. Las más grandes en la historia de México.

Para no meterse en problemas con su exigua cultura democrática, Morena eligió el método de las encuestas para designar candidatos. Elegir a los más populares tiene sus bemoles: seleccionaron para Guerrero a un presunto violador. Con los diputados el problema será mayor. De los 500 actuales, 441 quieren reelegirse. La mayoría de los diputados de Morena, PT y Verde anhelan perseverar en su curul, lo que creará un tapón para los aspirantes a legisladores que querrán que la cuarta transformación les haga justicia también a ellos. Las concentraciones que hemos visto en días pasados frente a la casa de campaña de Morena se transformarán en romerías y carnaval. Habrá empujones y reclamos, si les va bien. No deberían poner sillas.

Aunque todos lo sabemos, es necesario repetirlo: una precondición para la democracia es que existan demócratas. Y en Morena no son demócratas. Morena es un movimiento que funcionó para llevar a su caudillo al poder. Lo que él dice es lo que se hace por más que se disfrace de encuesta o consulta. Ningún asunto le preocupa más al presidente que el asunto electoral. No la tendrá sencilla: números rojos en la economía y el desempleo, cifras más que catastróficas en el cuidado de la pandemia, niveles históricos de inseguridad y violencia, inicio de relaciones con el poderoso vecino con el pie izquierdo. Para alcanzar el objetivo (conservar la mayoría en la Cámara de Diputados y ganar por lo menos la mitad de las gubernaturas) harán todo lo que esté a su alcance. Ya me he referido al cariz electoral que darán a las vacunas.

Comenzaron pisoteando lo que antes propusieron. Indignado porque Fox no dejaba de inmiscuirse en las campañas, López Obrador le espetó el famoso "cállate, chachalaca". Pasada la elección, por la presión del tabasqueño, se modificó la ley para evitar esas intromisiones. Catorce años después es López Obrador el que se inmiscuye en asuntos electorales defendiendo su participación con las mismas palabras que usó entonces Fox. La sociedad está en su derecho de decirle "cállate, chachalaca" al presidente hablador. Durante años López Obrador y los suyos se quejaron por el eslogan que decía que era "un peligro para México", campaña que ahora queda muy corta ante la nueva publicidad de Morena en la que señala a la alianza PRI-PAN como un "tumor canceroso". Contradecirse, hacer lo que antes consideraban infame, es sólo la menor de las muestras de lo que Morena está dispuesta a hacer para conservar el poder.

Mentira que la Fiscalía sea autónoma. Se usarán los casos Lozoya y Robles para lanzar acusaciones contra el PRI y el PAN, por Odebrecht y la 'estafa maestra'. Cierto que se cometieron delitos, como cierto también es que se usarán nuevas revelaciones sobre esos delitos en tiempos electorales. Mentira que la Suprema Corte de Justicia se conduzca con autonomía. En un ejercicio indigno, que mostró el grado de su corrupción, la Corte decidió obsequiar al presidente una consulta (ambigua, costosa) para que pueda empalmar su promoción a los tiempos de las campañas. Mentira que los organismos electorales sean neutrales. El Tribunal Superior de la Federación ha dado suficientes muestras de su partidismo. El INE propone, pero será el Tribunal el que disponga. ¿El INE mismo es neutral? Si nos guiamos por su actuación en la autorización de los nuevos partidos, podemos decir que no. Concedió a los partidos cercanos al presidente lo que negó a México Libre.

¿Para qué sirven los apoyos sociales? La retórica oficial dice que para combatir la pobreza y disminuir la desigualdad. Este año millones pasaron de la clase media a la pobreza, y otro tanto de la pobreza a la pobreza extrema. La riqueza se genera aumentado la planta productiva no disminuyéndola, no minando la confianza de los inversionistas. ¿El aumento en los salarios mínimos? Fue una propuesta de los organismos empresariales que el gobierno abrazó y, sobre todo, celebró como suya. Los apoyos sociales sirven sobre todo para obtener votos, pero no es un proceso automático. Zedillo, Fox, Calderón y Peña repartieron también mucho dinero en programas sociales. Hay que suponer que una buena parte de ese dinero no llegó a sus destinatarios, o que sus destinatarios les dieron la espalda convencidos de que otro gobierno les daría más. El hecho es que no basta con repartir y presionar. También hay que convencer. Es en este renglón que el gobierno se siente a sus anchas.

Murieron calcinadas en Tlahuelilpan 135 personas y no pasó nada. Pemex pierde dinero a manos llenas y no pasa nada. Hay apagones sin consecuencia. Trescientos mil muertos por Covid sin problema. Todos los días se miente desde la tribuna presidencial impunemente. Podría salir a disparar a la Avenida Madero y no pasaría nada. Hasta que un buen día la gente se cansa, y pasa.

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