Leer es poder

El éxito de la mentira

Si el BOA no era ya es. La mentira se hizo real. La ficción invadió la realidad cotidiana. Gracias a la propaganda, la mentira está terminando por sustituir a la realidad.

En un cuento de Borges un hombre encuentra, en el tomo de una enciclopedia, la descripción detallada de otro mundo, parecido al nuestro, pero distinto. El hombre concluye que es obra de un grupo de sabios y expertos que, con esa minuciosa descripción, quisieron jugar la gran broma de inventar un mundo alternativo. Luego de concluir eso, poco a poco, el hombre comenzó a encontrar en la realidad cotidiana objetos que aparecían descritos en el tomo sobre el otro mundo. La irrealidad lentamente fue carcomiendo a la realidad. La ficción invadió nuestro mundo. La mentira terminó por sustituir a la verdad.

Algo semejante ocurre en nuestro triste contexto político. Desde lo más alto, el gobierno siembra una mentira: la existencia del BOA, un frente opositor que reúne a empresarios con intelectuales, periodistas y políticos cuyo propósito –como si esto fuera ilegal– es el de ganar las elecciones legislativas de 2021 y votar contra la permanencia del presidente en la consulta de revocación de mandato de 2022.

¿Por qué el presidente sembró a propósito esa mentira? La lectura de ese documento apócrifo fue irregular. Alguien supuestamente entregó el documento en Palacio y el presidente decidió leerlo. ¿Así nada más dejaremos pasar esta nueva falsedad presidencial? Por la pandemia en Palacio se suspendió temporalmente la Oficialía de Partes: no se recibió ese documento en Palacio. Pero supongamos que lo hubieran metido por cualquier otro lado. Supongamos que ese documento anónimo, a todas luces hechizo, llegó a manos del presidente. Y que éste, con gran prudencia, pese a la misteriosa procedencia y el anonimato del texto, la configuración barata pero sobre todo, que en esencia la formación de un grupo político no es en ningún modo ilegal, decidió leerla frente a todos los medios.

Hago un alto en este punto. ¿Como lo dijo el presidente tenemos que darle crédito a esta patraña? Obviamente se trata de una mentira sembrada desde Presidencia, ¿tenemos que fingir que creemos que inocentemente el presidente ordenó a su vocero la lectura de un texto anónimo que involucra a diversos personajes con nombre y apellido? No tenemos que fingir eso. El texto es falso. La mentira la sembró Presidencia. El documento salió de las oficinas de gobierno. El presidente decidió convertir su conferencia matutina en el centro de su campaña política para el 21-22. Y decidió arrancarla con una sonora falsedad.

Digamos las cosas como son: no existe ningún grupo BOA, se trata de una mentira para darle nombre y forma a los adversarios del presidente, para sembrarlos en el imaginario de la gente como un solo grupo, compacto y corrupto, ilegal y golpista. ¿Por qué se permite que el presidente mienta desde una tribuna oficial para dar forma a su estrategia política? ¿No tiene nada que decir el INE respecto al uso del tiempo oficial para promover la causa del presidente en la consulta por la revocación?

Con esa ficción política –el BOA– Presidencia aglutina a la oposición, la estigmatiza y logra meterla en el terreno tenebroso de la conspiración, que es el favorito del presidente. Lo del BOA, según buscó el presidente transmitir en su conferencia, es secreto, alguien del pueblo lo filtró, se trata por tanto de una conspiración, de un nuevo y vasto complot en contra del primer mandatario. Conocemos de sobra ese recurso de López Obrador. Cualquier grupo político que le haga resistencia es percibido como un grupo de conspiradores. Como la razón no les asiste (y menos la moral, ya que "es moralmente inaceptable" que la derecha tenga razón) se tienen que agrupar para enfrentarlo. Al situarlo así ante la imaginación pública configura ya la imagen que quiere proyectar: el Mal –que es Legión de conspiradores– contra el Bien, que es Uno, el Señor Presidente.

La mentira como método de manipulación política. Vaya, qué descubrimiento. No es el primer gobierno que miente y no será el último. En medio de una peligrosa pandemia que ha dejado ya más de 17 mil muertos y decenas de millones de personas sin trabajo, el presidente dedica una parte importante de su tiempo a demonizar a sus adversarios. "Yo hasta me divierto al dar a conocer esto porque se tapan tanto, se ensarapan ahí, piensan que nadie lo va a saber", comentó al día siguiente López Obrador. La falsedad elevada al grado del cinismo.

A los pocos minutos de que el presidente 'destapó' el BOA, las redes sociales se burlaron de la maniobra burda. Todos aquellos que nombró el documento calumnioso se deslindaron. El círculo rojo concluyó: una mentira más del presidente. Pero a los pocos días veo y escucho que se habla del BOA. Algunos anuncian que quisieran unirse a él. Otros que es necesario fundarlo. Para otros, los más bastos, se trata de una verdad revelada. Si BOA no era ya es. La mentira se hizo real. La ficción invadió la realidad cotidiana. Gracias a la propaganda, la mentira está terminando por sustituir a la realidad.

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