Fernando Curiel

Memorables días angelinos

Fernando Curiel relata su experiencia de participar en las Gigi Glaucher-Morales Memorial Conference Series, realizadas en Los Ángeles, California.

Uno. Por tercera ocasión bianual, atiendo la invitación del Dr. Roberto Cantú para participar en las Gigi Glaucher-Morales Memorial Conference Series. California State University, Los Ángeles, California. Días 12, 13 y 14 de abril. Sede: Music Hall.

Dos. La primera, dedicada a Mariano Azuela. En "Accidentes de tránsito", comparé las carreras literarias del autor de Los de abajo (novela metida en un "Corralón" entre 1915 y 1925) y de Carlos Fuentes; accidentada la del primero, apegada a las reglas la del autor de La muerte de Artemio Cruz.

Tres. La segunda, dedicada a Alfonso Reyes (adelanté noticias de mi edición crítica de su formidable Historia documental de mis libros, ahora en prensa).

Cuatro. Esta tercera, dedicada al Muralismo Mexicano, su estética, vida y tiempos de sus principales figuras (mi asunto: "El Ateneo Muralista", a través de la exposición de pintura "curada" por la revista Savia Moderna en 1906 (Claussel, Gedovius, Enciso, Rivera, Montenegro, Zárraga), y el invento muralístico en los 20's por José Vasconcelos, ex presidente del Ateneo de la Juventud, Rector de la Universidad y primer titular de la (entonces) revolucionaria SEP.

Cinco. Vuelo impecable, el día 11, pero sacada de quicio con motivo del ingreso a la República Imperial. Resulta que ya no basta el suspicaz interrogatorio migratorio, sino que previamente una máquina pone a prueba que tú eres tú. Agradezco por este medio a la oficial de color que me masajeó los dedos para que me relajara, lo que consiguió perita. La abracé.

Seis. Hora pico (que, al parecer, lo son todas). Los Ángeles: ciudad automotriz. Hasta que se anuncia Monterrey Park, y luego San Gabriel, mudados ambos territorio chino. Familiar Hotel Hilton. Instalación. Breve paseo por los alrededores. ¿Tendré oportunidad de escaparme a Glendale?

Siete. En otro contexto me ocuparé de temas y participantes. Únicamente subrayo la sostenida calidad académica del Congreso, su organización, puntualidad, y lecciones por abordar en el futuro de una poderosa corriente plástica que asimiló, innovadora, influencias europeas y precolombinas, y se plasmó en las paredes de edificios mexicanos, norteamericanos, argentinos, chilenos…

Ocho. Convocó, en la cúspide, a los Tres Fab, tan diversos, Rivera, Orozco y Siqueiros; fundió arte y política, pintura y propaganda; acabó primero en retórica de Escuela y, a la postre, en inane caricatura.

Nueve. Dobleteando, como precisé, participé en la presentación del libro, de impecable factura, A scholarist´s quill: New Critical Essays on Alfonso Reyes. Y fresca sorpresa me resultó, pese a la Khalo hasta el copete, el espectáculo de cierre, "I am Frida Kahlo", a cargo de la actriz Alejandra Flores y dos bailarines; Directora, además, Alejandra, de The Los Angeles Theatre Academy. Ecos del mejor teatro chicano.

Diez. ¿Reencuentros? En primer lugar, emotivo, con el entrañable Roberto Cantú, con el esposo de Gigi, con Mikel, con Górica Masstrovic. ¿Encuentros? Con Mary K. Coffey, Jennifer Jolly, Miguel Aguilar-Moreno, Leonard Folgarait.

Once. Con mis amigas Alicia Azuela y Georgina García Gutiérrez, Renato González-Mallo y Dafne Cruz Porquini, armamos una buena flota en pasillos de la Cal State University, su zona de comida rápida, su "store" (escasa, esta vez, la oferta librera), y desayunos y una cena final en el restaurante del Hilton. La mañana del día 14 por salir al aeropuerto, me topo con Carlos, amigo chileno, conductor en anteriores estancias.

Doce. No, no hubo tiempo para Glendale. Ni para la imponente Misión de San Gabriel. Ni para el recorrido de Hollywood Babilonia y sus Estudios Cinematográficos. Pero sí para apuntar temas pendientes en el "asuntacho" de la Pintura Mural. Su relación con el arte grafitero y los "espectaculares" publicitarios, y el arte chicano de los 60´y los 70's, que tan cerca me tocara en San Antonio, Texas (¿Grupo Guadalupe?).

Trece. Y la vuelta de noria al asunto que me viene interesando desde la investigación que derivó al libro Paseando por plateros. Los "niveles" de la interpretación fotográfica, estimulados por las fotografías de la Modotti y Álvarez Bravo, tema de la intervención de Leonard (marcas, juzgo, los trabajos de Tina y Manuel, del fin del "empoderamiento" de campesinos y obreros y clases populares, para dar paso en el imaginario social al Estamento Intelectual).

Catorce. Dejo para mejor momento la impresión de tornar al enrevesado, crispado, confuso "mexican moment".

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