Opinión Fernando Curiel

Colosio, hijo

El pasado 12 de febrero, Luis Donaldo Colosio Riojas, visitó por vez primera, Lomas Taurinas, en Tijuana. El hijo inicia “una nueva y urgente historia”, no sólo a título personal, sino a nombre de una generación, “nueva y diferente”.

Uno. Ignoro qué tanto cimbró la noticia, salvo a quienes tuvimos la experiencia, humana en primerísimo lugar, de conocerlo. El pasado 12 de febrero, al día siguiente de que su padre hubiera cumplido 71 años, el hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta, Luis Donaldo Colosio Riojas, visitó por vez primera, Lomas Taurinas, en Tijuana. Técnicamente el mejor lugar para una emboscada, y por ende para la impunidad, en que su padre, en un acto de campaña, fue asesinado el 23 de marzo de 1994. Han pasado 27 años.

Dos. El padre, candidato elegido (en primera instancia, tema al que volveré), por el dedo destapador de Carlos Salinas de Gortari, para sucederlo, representaba para la parte avanzada de un partido oficial (casi partido de Estado, como lo es ahora Morena), agónico, la posibilidad de un cambio de rumbo. El hijo tenía ocho años. La esposa y madre, padecía una enfermedad en estado terminal.

Tres. La visita no fue privada, en ánimo de tributo asimismo íntimo. El hijo grabo un video, y produjo un mensaje, que "subió" a su red. En resumen, manifiesta perdonar "a los cobardes" que le arrebataron al padre, y no pararon en mentiras para sacarlo de "la contienda"; y a las instituciones que han usurpado el nombre del sacrificado, beneficiándose de sus "proyectos".

Cuatro. No perdona, en cambio, que, en México, familias sigan padeciendo el sufrimiento de la suya, a causa de "las ineficiencias e incompetencias de nuestro gobierno"; ni, a una clase política, que involuciona, repite las "prácticas que secuestran el poder para servir a sus propios grupos e intereses".

Cinco. Ahí no quedan, presencia y mensaje. El hijo inicia "una nueva y urgente historia", justo en el lugar del crimen; esto, no sólo a título personal, sino a nombre de una generación, "nueva y diferente", de liderazgos, que íntegros, congruentes, "se arrojen al servicio de nuestra gente". Porque o se rema parejo y en la misma dirección, o todos nos condenamos. Colosio hijo, daba un primer paso, un salto de fe, esperanzado "de que mi país y mi gente lo tomen también conmigo".

Seis. Una primera lectura podría quedarse en lo coyuntural. El joven Colosio Riojas, siguiendo el camino político del padre, es candidato de Acción Ciudadana, al gobierno de la ciudad de Monterrey. Forma de fijar una tradición de lucha, de la "cultura del esfuerzo" (según se publicitó entonces), con el específico fin de obtención de votos. Acción de otra parte legítima, con mayor contenido que las zarandajas, la baja comicidad, las mentiras, de no pocos partidos. Los seniors y los juniors. Yo advierto algo más.

Siete. El perdón, al parejo acusa, reabre expedientes sepultados (sepultar expedientes maña, al punto del virtuosismo, de nuestra ciega, y manca, y desmemoriada, justicia). Acusación ni siquiera velada a quienes le arrebataron a su padre, intentando a toda costa sacarlo de la contienda. Los hechos. Manuel Camacho, que se soñaba natural, obligado sucesor de Salinas, retobó y expresó su inconformidad. Lo que, en el arranque mismo de la campaña, creó un cisma al interior.

Ocho. El saliente Salinas, acusó el golpe. Podría especularse. Si la insubordinación del perdedor, si los signos de independencia del elegido. Su dedito pareció recular, reprenderlo. El alzamiento indígena (bueno, no sólo indígena) de Chiapas, recrudeció el cuadro. Agravado por la autopostulación, y aprobación, de Camacho como comisionado de la paz.

Nueve. En la lucha de protagonismos, voracidad de ciertos medios, sufrió a todas luces el vigor y el punto central de atención, de la campaña. Hechos, repito. El coordinador de la lid, no acompañaba a su candidato aquel 23 de marzo de 1994. El desenlace, en Lomas Taurinas, los hilos de cuya trama aún se enmarañan (¿el mismo Aburto el que atentó y el que compareció en la investigación?, ¿fue un solo el atacante, varios?, ¿qué papel jugó de inmediato el entonces gobernador Beltrones?), pareció obedecer, en el desorden, a cierta lógica.

Diez. La acusación a la clase política, se sustenta, no sólo ha retrogradado, sino, en tanto partidos, ha hecho cera y pabilo la disposición de órganos de "interés público", al responder a sus propios intereses (síganse las pistas del efecto "chapulín", los acomodos descarados, no pocas impresentables postulaciones, la agolpada puerta de la relección que hubiera sonrojado al apóstol Madero; todo por el botín de miles de cargos de elección popular).

Once. ¿Qué cómo, y en qué circunstancias, conocí a Luis Donaldo Colosio Murrieta? Cómo y circunstancias menores, ante los acontecimientos posteriores. Un grupo de amigos universitarios, fuimos convocados, por José Narro, el anfitrión a una comida con Colosio, para, al margen de simpatías o antipatías partidarias, trazar un plan de cultura. Recuerdo a Rodolfo Rivera, Elisa García Barragán, Mari Carmen Serra Puche. Reunión de la que guardo diáfana y grata memoria.

Doce. Más que de lo que se discutió (si artes, museos, investigación humanística, exhibiénse entonces ayunas de real, no digo convenenciero, apoyo oficial, qué no se reclamaría hoy mismo), recuerdo la impresión que me causara el político sonorense. Llegó, manejando, sin escolta (no visible, ineficiente en Lomas Taurinas). Afable, franco, directo, no rehuyó temas, y se afanó en la memoria de su pasado pueblerino en Magdalena, Sonora, su lugar natal (sello, para mí, siempre distintivo, definitorio de la personalidad). Sentimental fue el recuerdo de su juvenil iniciación radiofónica. Reparé, sí, en la tristeza de la mirada.

Trece. Todo se fue al diablo con la emboscada (¿accidental, calculada?) de Lomas Taurinas. El lugar de Colosio lo tomó Ernesto Zedillo, quien gustoso reconoció el triunfo de Vicente Fox. El salinismo y su sueño de cuando menos 25 años de continuidad, terminó en película clasificación B. En la escena del crimen, en la que recién, se plantó, se filmó, habló, 27 años más tarde, el postulante Luis Donaldo Colosio Riojas.

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