Economía empresarial

México y las condiciones económicas mundiales

La coyuntura internacional favorece a la economía mexicana por la guerra comercial entre EU y China y por la relocalización de las cadenas de suministro.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó recientemente sus perspectivas económicas mundiales. Las expectativas de este organismo mejoraron un poco con respecto a octubre del año pasado y presentan un mejor balance de riesgos. México es una de las economías grandes con mayores revisiones al alza en sus estimaciones de crecimiento. Sin embargo, nuestro país está implementando políticas económicas contrarias a las recomendaciones del FMI.

En cuanto a los pronósticos del FMI, el crecimiento esperado para la economía mundial es de 3.1 por ciento, ligeramente por arriba de la expectativa de octubre del mismo organismo. Esta mejora se debe, principalmente, a mejores condiciones en las economías más grandes del mundo: Estados Unidos y China. Sin embargo, el crecimiento mundial se espera que sea menor a su desempeño pre pandemia (2000-2019) donde promedió un crecimiento del 3.9 por ciento.

En cuanto a la inflación mundial, el FMI considera que se está moderando más rápido de lo esperado y espera que llegue a ser 5.8 por ciento en 2024 y 4.4 por ciento en 2025. Esto se debe a que se han disipado algunos shocks de precios, principalmente los precios de energía y a una oferta agregada favorecida por una mayor participación laboral.

En general, las condiciones económicas globales se ven mejor que hace cuatro meses y se puede ser relativamente optimista. Pero, ¿y México?, ¿cómo le va a México en este contexto? En general, a nuestro país le viene bien la coyuntura internacional, aunque su desempeño en términos absolutos todavía no es el óptimo.

Primero, la economía mexicana es una de las que tuvo mayores revisiones al alza en las expectativas de crecimiento del FMI. En octubre se esperaba un crecimiento de 2.1 por ciento para 2024, este pronóstico subió a 2.7 por ciento en esta revisión de los pronósticos. ¿Qué tan bueno es ese crecimiento? Por un lado, el crecimiento esperado es mayor que el que se espera para Latinoamérica y el Caribe (1.9 por ciento) y mejor que el promedio de crecimiento anual del país en lo que va del siglo (1.7 por ciento).

Por otro lado, el crecimiento proyectado para México es menor que el esperado para la economía mundial (3.1 por ciento) y es insuficiente para resolver las carencias que enfrenta nuestro país. Mi opinión es que el crecimiento puede ser mayor al proyectado por el FMI debido a que la coyuntura internacional favorece a la economía mexicana por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y por la relocalización de las cadenas de suministro (nearshoring).

El Fondo Monetario Internacional destaca ciertas prioridades de política económica para 2024. La primera se relaciona con administrar correctamente la reducción en la inflación. El reto aquí está en encontrar el momento adecuado para reducir las tasas de interés sin cantar victoria demasiado pronto. Los bancos centrales deben enfatizar su compromiso con la reducción en la inflación y cuidar la estabilidad financiera. En este sentido, la situación de la economía mexicana no es diferente de la del resto del mundo.

Por otro lado, el FMI enfatiza la necesidad de restaurar una situación fiscal que logre detener el aumento en los niveles de deuda internacionales. Esto debiera permitir que las economías estén mejor preparadas para enfrentar shocks en el futuro. La misma institución habla de la necesidad de la cooperación internacional para lograr las metas fiscales y, también, para combatir el cambio climático y lograr una adecuada transición a energías más limpias.

En este sentido, México parece ir en contracorriente. El Paquete Económico para 2024 contiene un aumento en el déficit público y en la deuda. Por ejemplo, se propuso un déficit presupuestario para 2024 de 4.9 por ciento del PIB. Este sería el déficit más elevado cuando menos desde 1990, de acuerdo con la serie de datos que presenta, a partir de ese año, la Secretaría de Hacienda. Además, la política energética del gobierno ha ido en contra de la transición que busca depender cada vez menos de fuentes de energía altamente contaminantes.

La coyuntura internacional ha favorecido a la economía mexicana y el FMI ha mejorado sus proyecciones de crecimiento para nuestro país. Me parece probable que estas proyecciones mejoren aún más al avanzar el año, aunque hay mucha incertidumbre derivada de un año electoral. Esta situación debería aprovecharse para mejorar la situación fiscal, invertir en energías más limpias y emprender reformas encaminadas a mejorar la productividad de largo plazo de la economía como lo sugiere el FMI.

El autor es académico de la escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana.

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