Perspectiva Bursamétrica

El ‘empujón’ de la SHCP a la economía

Además de las acciones para impulsar la economía es necesario fortalecer el Estado de derecho y disminuir la inseguridad, que son clave para restaurar la confianza y reactivar la inversión.

La Secretaría de Hacienda se anticipó y dos días antes de la publicación del dato preliminar del PIB que confirmó un estado de estancamiento económico, anunció un programa de "Acciones para apoyar la economía", que en conjunto implicarían una inyección de recursos del orden de 485 mil millones de pesos, equivalentes al 2% del PIB de un año.

Como hemos comentado en este espacio, ya es muy tarde para evitar una recesión, la economía es como un tren o un crucero, cambiar su velocidad y su dirección es un proceso muy complejo y tardado, y aunque no estamos en una recesión formal, la economía se encamina hacia ella. Por lo que resulta muy positivo que alguien esté pensando en hacer algo para evitar la retroalimentación del ciclo depresivo, y salir cuanto antes de esta circunstancia.

El programa tiene cuatro componentes principales: 1. Inversión en infraestructura, que junto con la inversión privada detonarán 50 mil millones de pesos, sin impacto presupuestal, en diferentes regiones del país. Se contemplan proyectos en distintos sectores como el carretero, hidráulico, transporte y desarrollo urbano, así como para telecomunicaciones y el manejo de residuos sólidos.

2. El segundo componente, el más importante del programa, se refiere a la detonación del crédito, mediante la banca de desarrollo en donde se plantea otorgar nuevos créditos y garantías a más de 130 mil pequeñas y medianas empresas y 370 mil micronegocios por 270 mil millones de pesos. Mediante la ventanilla única en NAFIN y Bancomext se piensa agilizar el proceso de análisis, aprobación, y otorgamiento de créditos. NAFIN atenderá a todos los contratistas de PEMEX y proveedores del gobierno federal que requieran financiamiento. Bancomext atenderá los proyectos del sector de energía.

Aquí me parece que la banca de desarrollo ha estado totalmente paralizada en este año y en años previos. Se requiere la participación del sistema financiero privado, que también tiene una capacidad de financiamiento sobrada en términos de su capitalización, pero también se tienen que resolver otros problemas, como por ejemplo, saldar las cuentas por cobrar vencidas que tienen los proveedores del Estado, muchas de las cuales se deben desde la anterior administración. Las empresas no están en condiciones de tomar nuevos financiamientos si no han podido cobrar lo del pasado.

También se propone el apoyo a los trabajadores, mediante el Instituto del Fondo Nacional para el Consumo a los Trabajadores (InFonacot), que en mi opinión ha estado subutilizado en administraciones anteriores, y que otorgará 1.2 millones de nuevos créditos a tasas preferenciales, así como créditos de nómina en efectivo que tendrán mejores condiciones en plazo y tasas. Hoy en día hay muchos trabajadores sobre-endeudados, ya que otras instituciones se han metido agresivamente a dar financiamiento sobre nómina. Muchos trabajadores no pueden tomar más créditos ¿No deberíamos abrir también un esquema de reestructura de estos pasivos?

La Sociedad Hipotecaria Federal lanzará, en la primera semana de septiembre, una línea de créditos hipotecarios para trabajadores con más de una fuente de ingreso que podrán tener acceso a financiamiento para la adquisición de vivienda nueva o usada por un valor de hasta 1.5 millones de pesos, lo que me parece un acierto.

3. El apoyo al campo, mediante FIRA y la Financiera Nacional de Desarrollo, en donde se busca beneficiar a más de 500 mil productores del sector agroalimentario de la Región Sur-Sureste del país. Con un financiamiento total de 50 mil millones de pesos, para integración de cadenas de valor, modernización de la infraestructura y agro-logística. También creo que este apoyo debiera de extenderse a los productores de todo el país y no nada más a los del sureste.

Por último, una idea que alguna vez se implementó en el pasado y generó buenos resultados, se refiere a adelantar licitaciones del gobierno federal del ejercicio fiscal 2020.

No estamos en una crisis como las que México vivió en el pasado. Simplemente sufrimos una combinación de choques externos, con los choques internos que han llevado a la pérdida de confianza de los agentes económicos, lo que ha tirado la inversión. Unas cuantas decisiones que revirtieran decisiones fundamentalistas previas, fortalecer el Estado de derecho y reducir la inseguridad podrían hacer que la confianza se restableciera y con esto regrese la inversión.

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