Coordenadas

Un escenario de incertidumbre

Los resultados de la elección presidencial que ya se conocen pintan claramente a una sociedad dividida y en algunos casos, en extremos opuestos.

Al momento de escribir este texto, no sé aún quién será el próximo presidente de Estados Unidos. Y creo que no se sabrá aún en el momento en el que esté leyendo este texto.

Pero lo que sí se conoce es que, al margen del resultado definitivo, la sociedad estadounidense mostró una enorme polarización, que no va a cambiar en lo inmediato.

Las encuestas mostraron una preferencia hacia Donald Trump en los estados del sur, pero hacia Biden en los estados del noreste.

Los votos de los hombres estuvieron divididos en sus preferencias, pero claramente las mujeres votaron en contra de Trump.

En términos raciales, las minorías votaron a favor de Biden. De manera abrumadora entre los negros y claramente a favor de él por parte de los hispanos.

Entre los mayores de 45 años, las opiniones se encuentran divididas. Pero los jóvenes tuvieron una clara preferencia hacia Biden.

Los que tienen ingresos por debajo de 50 mil dólares anuales se inclinaron visiblemente hacia Biden, mientras los que ganan más de 100 mil dólares dividieron preferencias.

Los que votaron con anticipación, para evitar los riesgos de la pandemia, tiene una filiación claramente demócrata, en tanto que los que lo hicieron ayer, tienen una mayor inclinación republicana.

Los resultados que ya se conocen pintan claramente a una sociedad dividida y en algunos casos, en extremos opuestos.

Esto no es nuevo en Estados Unidos, pero el discurso polarizante de Trump, la pandemia, la crisis económica y la violencia racial, han exacerbado las tendencias existentes.

La historia de la Unión Americana ha tenido episodios de violencia extrema. Si nos remontamos al pasado distante nos encontramos con la Guerra Civil, pero aún hace medio siglo, la lucha por los derechos civiles de las minorías en la década los 60 generó episodios violentos.

Pocos países desarrollados en el mundo en décadas recientes han registrado asesinatos de un presidente (Kennedy); un atentado contra otro (Reagan) y el asesinato de un candidato (Bob Kennedy) o de un líder social (Martin Luther King).

El germen de la violencia allí está. Ojalá sea sólo un fantasma que se extinga, pero ha estado rondando.

El temor a la violencia y a la incertidumbre ya se reflejó en los mercados financieros.

La noche de ayer, el tipo de cambio del peso frente al dólar, uno de los indicadores más sensibles, claramente activó alarmas y el dólar se encareció y llegó a 21.80 pesos hacia las 9 de la noche.

El factor que explica esta condición es la falta de claridad en los resultados y todo indicaba ayer por la noche que probablemente pasen varios días antes de que se tenga certeza del resultado.

Esta condición abre la posibilidad de conflictos poselectorales y cambios probables de las tendencias en los siguientes días.

¿Cuál puede ser el efecto para México de lo que pasa en Estados Unidos?

Veremos lo que pase al final de este proceso. Quizá lo que tendremos sea una etapa de gran tensión, particularmente si Trump logra ventajas marginales en diversos estados que luego se reviertan cuando termine el conteo del voto anticipado.

Así que el escenario que algunos temían se empieza a perfilar: no sabremos quizás el desenlace hasta dentro de varias semanas.

Tómeselo con calma porque la película no ha terminado.

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