Universo Pyme

La incertidumbre mata a más empresas

Casi 40 por ciento de las empresas familiares tendrá cambios de dirección en los próximos cinco años, aunque tal vez no estén preparadas para ello.

Entre finales de 2019 y el año de 2024, casi 40 por ciento de las empresas familiares en México habrán de experimentar el relevo de dirección en lo que constituye el cambio más importante en una organización empresarial: ir del fundador a la generación que habrá de sucederle.

Los especialistas aseguran que es el cambio más relevante porque implica rompimientos muy fuertes en cuanto a modelo de liderazgo e incluso en la toma de decisiones.

Toda una empresa se ha acostumbrado a una forma de tomar decisiones, a un 'liderazgo personal de gobernar' y de un día a otro viene un sucesor, generalmente familiar y muy regularmente uno de los hijos del fundador de la empresa a 'inventar el hilo negro' y aplicar cambios que regularmente nunca se atrevió a aplicar el director fundador.

Este no es problema, sino que en México 73 por ciento de las empresas familiares reconocen que no se han preparado y que no se sabe qué sucederá en el caso de que el director fundador decida retirarse, tenga que hacerlo o muera.

Cuando hay un solo sucesor a la vista las cosas no son aparentemente complicadas de resolver. El problema es cuando hay más que una persona a la vista.

Un estudio de la Universidad de las Américas Puebla, realizado a lo largo de varios años por conducto de su Centro de Investigación de Empresas Familiares, señala una cifra que refleja con claridad las complicaciones que las empresas familiares en México habrán de experimentar en los siguientes cinco-seis años: en 30 por ciento de los casos hay un solo candidato que se distingue como el sucesor del fundador de la empresa, pero en 32 por ciento de los casos hay dos; en 13 por ciento hay tres posibles sucesores y en 5.0 por ciento de las empresas familiares hay cuatro o más sucesores posibles.

Según este estudio realizado a nivel nacional y por el que extiendo una absoluta recomendación, en 19.6 por ciento anticipan cambios estructurales en la empresa derivadas del cambio en la presidencia o dirección general, en 16 por ciento se reconoce un proceso de consolidación, de 11.5 por ciento el que se presente un proceso de adquisición o de fusión, y en 10 por ciento de los casos el que la empresa sea vendida.

En cualquiera de las opciones, la ausencia de claridad en cuanto al camino que habrá de ejercerse en la empresa puede derivar en problemas mayúsculos que puedan orientarse hacia el aniquilamiento de la empresa. Las disputas que un proceso de sucesión ocasiona puede ser una de las principales razones para que la empresa desaparezca.

Las empresas Pyme mexicanas, familiares en su mayoría, viven desde hace poco más de un par de décadas en un océano de incertidumbre. Y vienen momentos muy complicados difíciles de poder anticipar en cuanto a grado de dificultad.

Los especialistas recomiendan que el asunto de la sucesión sea definido con claridad mucho antes de que llegue la necesidad de hablar del asunto o de tomar decisiones.

Pero estamos en México, no se le olvide.

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