Érase una vez un Número

Inseguridad: aprobados en eficacia, reprobados en efectividad

En este año los homicidios se han incrementado y la percepción de inseguridad no ha disminuido, lo que explica que los ciudadanos tengan una posición más negativa al evaluar la tarea del ejecutivo federal en materia de seguridad pública.

La inseguridad se esta volviendo un tema cada vez más complicado; todos los días nos enteramos de hechos violentos, algunos de ellos con una saña que pensábamos era algo del pasado; algunos, como la extorsión o el derecho de piso, en actividades económicas que no se habían visto o conocido con anterioridad y siguiendo estrategias cada vez más sofisticadas; y otros más, como el robo en la calle, que son tan frecuentes, que hace que vivamos en un estado permanente de alerta. No es extraño, por tanto, que el presidente López Obrador obtenga malas calificaciones en materia de inseguridad en las encuestas de opinión.

Para evaluar lo que esta haciendo la administración podemos simplemente observar si las actividades que dijeron que se iban a realizar se están realizando (indicador de eficacia) o podemos medir la efectividad, es decir, la razón de ser de la estrategia para combatir la inseguridad: disminuir la violencia y que los ciudadanos se sientan más seguros; y hacerlo, adicionalmente, a partir de las metas que la propia administración se ha propuesto.

Para medir el nivel de violencia en el país se utiliza el indicador de homicidios por cada 100 mil habitantes, el cual surge de registros administrativos y para medir la percepción de inseguridad se utilizan encuestas probabilísticas en hogares.

Si utilizamos los registros administrativos para medir los homicidios a partir de las carpetas de investigación abiertas, debemos tomar en cuenta que México Evalúa identificó subreportes sistemáticos en los datos de homicidios que las procuradurías o fiscalías estatales reportan al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), y que en la CDMX la Procuraduría acusó a la pasada administración de maquillar las cifras sobre la inseguridad, incluyendo errores en la clasificación de los homicidios. Por ello conviene utilizar los registros administrativos basados en actas de defunción que reporta el INEGI.

Ésta institución presentó hace unos días los indicadores de homicidios por cada 100 mil habitantes para el 2018, que ratificaron lo que ya sabíamos, que continúa el patrón de crecimiento de los homicidios que se viene observando en los últimos años y que se alcanzó un nuevo récord el año pasado con 29 homicidios por cada 100 mil habitantes, récord que se romperá nuevamente en el 2020 si observamos las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). El punto de inflexión que se prometió en campaña se quedó en buenos deseos.

Alfonso Durazo planteó que "La meta inicial es lograr abatir los homicidios dolosos entre el 30 y el 50 por ciento en el transcurso de los primeros 3 años"; lo que significa que deberíamos llegar a 17.4 homicidios por cada 100 mil habitantes en el 2021, tomando como referencia una disminución del 40% en los homicidios.

Lo que conocemos del 2019 va en sentido contrario de la meta que se propuso.

Otro indicador que será utilizado para medir la efectividad de las estrategias de la presente administración es la percepción de inseguridad, es decir, ¿Qué tan inseguros nos sentimos en la entidad federativa en la que vivimos? La meta reportada en el anexo del Plan Nacional de Desarrollo es también muy ambiciosa: pasar de 79.4% de la población que se siente insegura en el 2018 a 39.4% en el 2024, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública. Para entender el tamaño del reto baste señalar que la única entidad federativa que tiene esos niveles es Yucatán, donde 'solo' el 32.5% de la población se siente insegura, después seguiría Campeche con 57.8%.

Las cifras de percepción de la inseguridad son anuales, al igual que en el caso de los homicidios; no obstante, el INEGI tiene una encuesta trimestral para áreas urbanas denominada Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, que muestra que en los dos primeros trimestres del 2019 los ciudadanos se sienten tan inseguros como en el semestre anterior. En otras palabras, muy lejos de lo que se requeriría para avanzar en el cumplimiento de la meta sexenal.

En síntesis, y reconociendo que el sexenio tiene poco de haber iniciado, podemos decir que hasta ahora la administración esta aprobada en eficacia, están haciendo lo que dijeron: se reúnen a las 6:00 am para revisar el tema, crearon la Guardia Nacional e incrementaron el presupuesto para seguridad; pero todavía estaría reprobada en efectividad, los homicidios se han incrementado y la percepción de inseguridad no ha disminuido. Por ello, hace sentido que los ciudadanos tengan una posición más negativa que positiva al evaluar la tarea del ejecutivo federal en materia de seguridad pública en la encuesta de El Financiero.

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