Directora General de Gestión Sectorial y Enlace Interinstitucional de la SEP
La Nueva Escuela Mexicana (NEM) se inscribe en las grandes transformaciones del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre sus documentos básicos contamos con el Plan de Estudio 2022, del que derivan los programas sintéticos que a su vez constituyeron el punto de partida para la elaboración de los Libros de Texto Gratuitos (LTG).
La NEM, sus documentos básicos y los materiales educativos fueron producto de robustas consultas y diálogos que contaron con la participación de numerosos actores sociales, sobre todo de las y los docentes que la harán realidad en las aulas.
La NEM está en sintonía con el espíritu del Artículo Tercero de la Constitución a la vez que expresa la visión progresista del gobierno de la transformación, en el sentido de consolidar y ampliar la obligatoriedad y de preservar y fortalecer la escuela pública frente a pretensiones privatizadoras.
Miles de actores sociales, sobre todo maestras y maestros, participaron en las consultas y diálogos para la reforma constitucional y las leyes secundarias, así como en el diseño de políticas y programas dirigidos a asegurar el fortalecimiento de la equidad que se expresa en los LTG, becas, el Programa La Escuela es Nuestra y la atención a las poblaciones más desfavorecidas.
LA NEM se construye a partir de cuatro áreas formativas y siete ejes articuladores que facilitan una educación integral, y se plantea que los estudiantes se formen con apego a sus realidades y a principios democráticos e inclusivos. Igualmente, plantea incorporar contenidos regionales y formar estudiantes capaces de analizar y vincular sus aprendizajes con necesidades inmediatas y viables de su entorno.
Como en el pasado, cuando promovió la enseñanza religiosa o se opuso a la educación sexual, la derecha más rancia rechaza ahora los Libros de Texto Gratuitos y ha hecho llamados incluso a quemar los ejemplares.
Entre sus extraviados argumentos alude a supuestas ilegalidades e intenciones de “adoctrinamiento”.
La verdad, sin embargo, es que el nuevo Plan de Estudios se sustenta en las facultades que la Constitución y la Ley General de Educación otorgan al Estado y particularmente a la Secretaría de Educación Pública.
Además de un estricto apego a la legalidad, la NEM cuenta con legitimidad derivada de la participación, en su diseño, de miles de maestras y maestros, expertos, legisladores, instituciones educativas y organizaciones sociales.
La gran meta es impulsar una verdadera transformación del país. Por ello no resulta extraño que algunos segmentos académicos y políticos recurran, en sus posturas opuestas, al mismo mal que cuestionan: es decir, acusan “ideologización” con argumentos ideológicos, ajenos a una discusión educativa.
Entre los críticos destacan algunos que cuando tuvieron en sus manos la política educativa se dedicaron a hacer negocios o impulsar modelos que conducían a la privatización de la enseñanza pública.
A contracorriente de esa visión gerencial, el Plan de la educación básica se sustenta en un enfoque humanista encaminado a garantizar el derecho a la educación al tiempo que impulsa la equidad, la excelencia y la mejora continua.
La congruencia constitucional y legal deriva del mandato constitucional de una educación que, entre otras características, sea laica, intercultural, inclusiva, y atienda la perspectiva de género. Incorpora, además, a la educación inicial y la superior que no existían como obligación del Estado.
El nuevo Plan reafirma que la educación es un derecho humano y condición para el disfrute de otros derechos, tal como se expresa en el Artículo 3º.
Algunos críticos hablan de un supuesto reemplazo de los estudiantes por la comunidad, un punto que no se sostiene dado que se subraya claramente que “el Estado priorizará el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes”.
Padres y madres de familia pueden consultar los nuevos Libros de Texto Gratuitos, que se han hecho públicos de manera digital. Ahí pueden ver, analizar y criticar los materiales que la derecha quiere llevar a la hoguera.