De Jefes

Covid-19 en México deja sin muebles a EU

La suspensión de operaciones de plantas fabricantes de muebles, que no fueron consideradas esenciales ante la pandemia, afectó la exportación del sector.

La suspensión de operaciones de distintas plantas fabricantes de muebles en México, que no fueron consideradas esenciales ante la pandemia por el coronavirus, afectó la exportación del sector, que en abril pasado cayó más de 40 por ciento en volumen comparado con el mismo mes de 2019, un problema que ya afectó a Estados Unidos, principalmente.

Un ejemplo es La-Z-Boy, que dirige Kurt Darrow, que reportó que sus ventas cayeron 19.1 por ciento en el cuarto trimestre del año fiscal 2020, que son los últimos tres meses terminados el 25 de abril de 2020.

Lo anterior se explica porque su marca Joybird, la cual importa muebles provenientes de México, vio disminuir en 29.6 por ciento sus ingresos.

Darrow dijo en conferencia con analistas que la reapertura de sus instalaciones de fabricación en México es paulatina y que van retrasados en entregas, por lo cual espera responder a los pedidos de sus clientes en los próximos seis meses, conforme vayan saliendo de la pandemia.

Aun con ello, el CEO de La-Z-Boy considera que los muebles mexicanos que venden por JoyBird sumarán valor a su compañía en el largo plazo.

Otra queja del nuevo etiquetado

Recientemente fue aprobada la Norma NOM-51 relacionada con el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, que obliga a las empresas de estos sectores a incluir un nuevo etiquetado de advertencia, pese a la oposición del sector empresarial encabezado por la Concamin y el CCE, que presiden Francisco Cervantes Díaz y Carlos Salazar Lomelín, respectivamente.

Sin embargo, nos cuentan que se modificará próximamente el artículo 161 del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, por lo que ya no será posible adicionar nutrientes a los alimentos no procesados o frescos, así como a los alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados que cumplan con los perfiles nutrimentales establecidos en la NOM-51.

Esta situación significa un retroceso, ya que organismos internacionales como la OMS reconocen que la adición de micronutrientes conduce mejoras rápidas y efectivas en una población.

En México obligatoriamente se fortifican la sal con yodo y/o flúor según la región; la harina de trigo y harina de maíz con tiamina, riboflavina, niacina, ácido fólico, hierro y zinc y la leche con vitamina A y D, lo que ha demostrado ser una de las mejores estrategias complementarias para proveer de micronutrimentos a toda la población.

Va ahí una alerta del problema de desnutrición que podría enfrentar México en el mediano plazo con la modificación del artículo 161 del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios.

Eliminan cláusula que afectaba a farmacéuticas

El pasado lunes, representantes de la industria farmacéutica y senadores se reunieron en una sesión virtual, en la que se acordó que a partir del primer día en que entre en vigor el TMEC se eliminará la Cláusula Bolar, que obligaba a los laboratorios mexicanos a fabricar medicamentos genéricos de síntesis química sólo hasta después de tres años de operar en el país, y en el caso de los genéricos de biomedicamentos el plazo era de ocho años.

El objetivo es dar cabida a que más empresas mexicanas puedan desarrollar los tratamientos genéricos que sean requeridos con prontitud para la población del país.

Nos cuentan que en la reunión de la Comisión de Economía, que preside Gustavo Madero, del PAN, participaron la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, que encabeza Ana Longoria; la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, de Arturo Morales, y la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, liderada por Patricia Faci, además del presidente de la Comisión de Salud, Miguel Ángel Navarro, de Morena.

COLUMNAS ANTERIORES

Viaducto La Venta–Punta Diamante vuelve a manos de Fibra Orión
Plataforma para declarar impuestos atrae 1.2 mdd de inversión

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.