Colaborador Invitado

Las lecciones aprendidas en medio de la mayor crisis de la era moderna

Los cambios y nuevas realidades deben de acompañarnos más allá de esta emergencia sanitaria, que nos hace reflexionar y darnos cuenta de algunos elementos que deben de estar siempre vigentes.

Por José Varela, Vicepresidente para Latinoamérica de Asuntos Corporativos y Gobierno y Director General de México en 3M.

Si hace un año nos hubieran dicho que la economía mundial entraría en recesión, que las calles estarían desiertas y que una pandemia se abalanzaría sobre todos los aspectos de nuestra vida diaria, quizá no lo hubiéramos creído.

A todos nos tomó por sorpresa esta nueva realidad que afecta de manera importante a las personas, gobiernos y empresas. Por tal motivo, es importante que lo tomemos con apertura, aceptación y que seamos flexibles ante estos cambios.

En el mundo empresarial y corporativo, esto implica nuevas formas de trabajar y operar los negocios. De acuerdo con la consultora Bernard Marr & Co, algunos de los cambios que deberán implementar las empresas son el reforzamiento de las infraestructuras digitales, la utilización del Big Data, la migración a eventos digitales, así como el fortalecimiento del comercio electrónico.

Los cambios y nuevas realidades deben de acompañarnos más allá de esta emergencia sanitaria, que nos hace reflexionar y darnos cuenta de algunos elementos que deben de estar siempre vigentes:

1. La flexibilidad laboral debe extenderse: trabajar de manera remota, contar con horarios flexibles y evolucionar hacia espacios de trabajo no presenciales deber ser ya una realidad en todas las industrias. Incluso este modelo puede dotar a los colaboradores de mayor creatividad y dinamismo.

2. El uso de las tecnologías es esencial: la continuidad de varias empresas –en estos momentos de crisis– ha sido posible gracias al uso de la tecnología. Por ello, es momento de tomar estas herramientas como lo que son: facilitadores para nuestra ejecución de tareas y convivencia.

En este sentido, su implementación no solo debe acrecentarse, sino incentivarse a través de áreas específicas que trabajen en encontrar nuevas soluciones que permitan que la operación sea más eficiente.

3. Prevención: la implementación de mecanismos de monitoreo, desarrollo y construcción de escenarios, evaluación de riesgos y oportunidades, deben ser actividades obligadas en cualquier empresa. La prevención es la mejor cura y no hay nada mejor que estar preparados y listos con conocimiento para no volver a estar a la merced de una crisis.

4. Solidaridad: el sector empresarial debe participar activamente en las problemáticas que afectan a sus comunidades –tal es el caso del brote de Covid-19– el cual ha impactado en miles de personas en todo el mundo. Por tal motivo, las empresas deberán de realizar el cambio e implementar iniciativas propias, alianzas y relaciones con gobiernos para marcar la diferencia y contribuir con la sociedad.

Esta contingencia nos ha permitido reflexionar y reinventarnos para ser mejores personas, sociedades y empresas. De igual forma, nos recuerda la importancia de ser flexibles para adaptarnos a los cambios y enfrentar nuevas realidades.

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