Colaborador Invitado

Hay que invitarle un tequila a Nancy Pelosi

Los demócratas de los Estados Unidos, encabezados por la aguerrida Nancy Pelosi, nos hicieron un enorme favor modificando el capítulo del T-MEC relativo a la propiedad intelectual.

Por: Oliver Galindo. Socio, Deloitte Legal.

Pocos se han puesto a pensar que los demócratas de los Estados Unidos, encabezados por la aguerrida Nancy Pelosi, nos hicieron un enorme favor modificando el capítulo del T-MEC relativo a la propiedad intelectual.

México ya había tirado la toalla en este sector, nuestros senadores ratificaron un texto del T-MEC que aumentaba los derechos de propiedad intelectual, lo más preocupante era el incremento en los derechos de exclusividad sobre productos farmacéuticos, pues podría haber generado un aumento de costos, principalmente para el sector público.

Para darnos una idea de lo que nos cuestan las medicinas, consideremos que el sexenio pasado, el IMSS y el ISSSTE gastaron en conjunto 303 mil 76.6 millones de pesos en medicamentos, suficiente dinero para construir cuatro nuevos aeropuertos de Santa Lucía.

Afortunadamente para nosotros, el Partido Demócrata se ha trazado el objetivo de moderar los precios de los medicamentos en Estados Unidos, y es que en dicho país se ha gestado una verdadera crisis por este asunto. Los medios reportan casos dramáticos de personas que pierden todo su patrimonio y hasta cometen suicidio ante la imposibilidad de pagar los altos costos de sus medicinas.

El T-MEC que México ya había aceptado, "bloqueaba" varias iniciativas de los demócratas en este rubro y por eso decidieron modificarlo; en especial les preocupaba evitar monopolios prolongados en el área de medicamentos biológicos.

Los medicamentos biológicos son la nueva joya de la corona en la industria farmacéutica, su tecnología parece de ciencia ficción, al manipular fragmentos del código genético (ADN) de diversos organismos se logran resultados impresionantes, desde la producción masiva de insulina hasta la posible cura de enfermedades genéticas, se vislumbra que la mayoría de los tratamientos contra el cáncer, la diabetes o el Alzheimer, provendrán de la biotecnología.

Así las cosas, y sin querer queriendo, México salió beneficiado por una batalla que se libra en nuestro vecino del norte. La moraleja para nuestros negociadores es que Estados Unidos es un país de contrapesos, independientemente de lo que diga Trump, existen otros grupos de poder cuyos intereses a veces se alinean con los nuestros, hay que saber identificarlos a la hora de negociar.

Sin querer queriendo, México salió beneficiado por una batalla que se libra en nuestro vecino del norte

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