Colaborador Invitado

Vuela, vuela y escoge aeropuerto

El International Council on Clean Transportation reporta en 2019 que la aviación comercial emitió en promedio 90 gr de CO2 por pasajero-kilómetro.

Gran relevancia tiene el transporte en el impacto ambiental de las personas. No es lo mismo vivir a 10 minutos caminando del trabajo, que recorrer las inhumanas casi ocho horas perdidas a la semana en los traslados en la CDMX, según estadísticas de la Secretaría de Economía. Me refiero no solo a la poca calidad de vida del pasajero, sino a su productividad, al desgaste de vialidades y sobre todo a la contaminación asociada. Por vía terrestre, el capitalino emite desde 5 g CO2eq; en transporte público hasta 300 g de CO2eq por kilómetro, según un estudio de Pizarro del 2020.

El avión también tiene lo propio y es de lo que trataré a continuación. Al respecto, no solo impacta el viaje en el aire, sino el viaje para llegar al embarque. ¿Heathrow, Gatwick, Stansted o Luton? en Londres, ¿Pudong o Hongqiao? en Shanghái. En la CDMX también tenemos para escoger: ¿Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) o Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)?

Lo normal es tomar la decisión considerando distancias al embarque, traslados, tiempos, tarifas del boleto, aerolíneas, servicios del puerto, etcétera. No es común considerar temas de CO2 por viaje o medidas de las aerolíneas para compensar, no obstante, algunas aerolíneas ya ofrecen cargos voluntarios extras para mitigación, sin precisar cómo es que bajan el recurso o a qué medidas o proyectos lo aplican.

Por otro lado, y tras 13 años sin cambios, la Secretaría de Hacienda determinó para el 2024 un incremento del 77 por ciento a las tarifas aeroportuarias en el AICM: uso de aeropuerto o TUA, aterrizaje, plataformas para embarque de bienes y pasajeros, y revisión de pasajeros previa al embarque, tarifas que evidentemente se trasladarán al consumidor. Sumado a lo anterior, desde el pasado 8 de enero, por decreto presidencial los vuelos del AICM se reducen de 52 a 43 por hora, limitando la oferta del servicio. La interpretación simplista de la situación podría ser: muera AICM, viva AIFA.

Pensando sostenible, no sólo importa lo económico y lo social, regresemos a lo ambiental. En transporte, usualmente vemos el uso/operación y no consideramos toda la historia, o mejor dicho, todo el ciclo de vida: ubicación y materiales para la fabricación del vehículo, su distribución, la chatarrización, condiciones de operación y otros.

Un análisis correcto e integral de la situación, habría que adicionar a lo anterior el uso de suelo y condiciones del entorno del aeropuerto, las distancias y opciones de movilidad para los pasajeros, los compromisos de eficiencia y mejores combustibles, entre otros.

Para un mejor entendimiento de la situación, a continuación, algunos indicadores:

● El International Council on Clean Transportation reporta en 2019 que la aviación comercial emitió en promedio 90 gr de CO2 por pasajero-kilómetro. El tráfico comercial mundial aumentó y la compensación por eficiencia de combustible no lo logra. Las emisiones de CO2 de las aeronaves de pasajeros aumentaron un 33 por ciento entre 2013 y 2019.

● En la base de datos Earth911 para 2023, se reportan grandes diferencias en las emisiones de CO2, según la clase de asiento en un vuelo, siendo casi cinco veces más contaminante un asiento de primera que uno en turista.

● Yim, S. H., Lee, G. L. y otros publicaron en 2015 que la contaminación aérea por CO2, ozono y partículas finas es responsable de alrededor de 16 mil muertes prematuras por año.

● La recomendación del Grupo sobre Aviación Internacional y Cambio Climático de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO) es el reducir en un 2 por ciento anual el consumo de combustible a través de la eficiencia y las mejoras tecnológicas.

Concretamente para México:

● La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que en México cada año mueren 14 mil 700 personas a causa de enfermedades asociadas directamente a la contaminación del aire.

● La Secretaría de Marina en 2023 reportó casi 50 millones de pasajeros comerciales atendidos en el AICM, con un 30 por ciento de pasajeros para vuelos internacionales.

● La distancia promedio del vuelo es de casi 1000 km, con rangos que van desde 200 km para vuelos cortos y hasta 3,000 km para largos, según estudio del Instituto Mexicano del Transporte del 2023.

Regresando a la selección de aeropuerto, propongo un ejercicio simple comparativo y cabe mencionar con poco análisis del resultado. Pensemos en dos pasajeros que vuelan a Nueva York, trasladándose a su aeropuerto (sea AICM o AIFA) en auto desde una zona céntrica de la CDMX, tipo la del Valle, a una hora pico, para embarcar y salir a la misma hora de sus respectivos aeropuertos. Consideramos diferentes aerolíneas (que no indicaré para no promocionarlas) y los correspondientes diferentes aeropuertos de llegada a Nueva York (JFK vs Newark).

La diferencia entre las emisiones del pasajero AICM y el pasajero AIFA podría ser de hasta un 5 por ciento entre AICM y AIFA. El pasajero AIFA emitiría alrededor de 14 kg más de CO2eq que el pasajero AICM. ¿Qué significan 14 kg por pasajero por trayecto?

Si el aeropuerto fuera a compensar la diferencia vs. la competencia tendría que plantar en zona urbana y cuidar para mantener sano durante 10 años un árbol tipo conífera para que sirva como captura y sumidero de los 14 kg de CO2 extras por pasajero, esta símil, según la calculadora de equivalencias de emisiones de la Agencia de Protección al Ambiente de Estados Unidos. Es evidente que las medidas no se toman e incluso posiblemente no se puedan tomar. De ahí lo importante de ser conscientes del impacto de nuestro transporte, no comento más.

¿Qué diferente sería todo, si además de considerar las tarifas de las aerolíneas y su calidad, la accesibilidad y el tiempo de traslado, consideramos ahora el impacto ambiental? Es decir, ¿qué tal si las decisiones de vuelo tuvieran una variable más que, aunque las complica, las ennoblece? Al final, teniendo la información clara, no sería tan difícil tomar una decisión responsable. Este escenario hoy utópico, cada vez es más necesario. Por ello, vuela, vuela, con o sin equipaje, no dejes de considerar el CO2 por trayecto.

X: @JoaquinaNiembro

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