Zhang Run, Embajador de China en México
El concepto de la comunidad global de futuro compartido ha quedado demostrado en la gran práctica de México y otros países latinoamericanos al explorar el camino hacia la vitalización nacional. En el siglo XVIII, libertadores como Simón Bolívar dirigieron al pueblo latinoamericano a resistir el colonialismo, encarnando la idea de promover la unidad y la integración. En el siglo XIX, el presidente Benito Juárez señaló, “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, enfatizando el trato en pie de igualdad. En la década de 1960, los países latinoamericanos firmaron el Tratado de Tlatelolco y establecieron una zona libre de armas nucleares en América Latina, lo que se convirtió en una iniciativa pionera para adherir al camino del desarrollo pacífico y oponerse a la injerencia y la coerción con fuerza externas. Hoy en día, México y otros países latinoamericanos se oponen firmemente al bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba y otros países, y apoyan a los pueblos de todos los países en la exploración de caminos de desarrollo que se adapten a sus condiciones nacionales.
China y México siempre han sido socios en la construcción de la comunidad global de futuro compartido. Durante la pandemia de Covid-19, los dos países se solidarizaron mutuamente y se convirtieron en un modelo para la comunidad internacional en la lucha contra la pandemia. China y México están deliberando sobre la construcción conjunta de un centro de demostración de tecnología Juncao en México. La Administración Espacial Nacional de China ha proporcionado cientos de imágenes satelitales a la Agencia Espacial Mexicana para el control de algas marinas. Huawei y el Gobierno del estado de Yucatán han lanzado el proyecto “Tech4Nature”, cooperación tecnológica en inteligencia artificial. Hay muchos otros ejemplos de cooperación de ganancia compartida entre los dos países.
En la actualidad, el mundo ha entrado en un nuevo período de turbulencia y transformaciones. Sólo fortaleciendo la unidad y la cooperación podremos enfrentar juntos los desafíos y superar las dificultades. China está dispuesta a unir esfuerzos con México y otros países latinoamericanos para promover los valores comunes de paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad para toda la humanidad, promover la construcción de una comunidad de futuro compartido para China y América Latina y crear juntos un futuro mejor.
Primero, persistir en el respeto y la confianza mutuos. Debemos respetar la soberanía y la integridad territorial de todos los países, sus intereses vitales y preocupaciones trascendentales, así como los caminos y sistemas de desarrollo elegidos independientemente por los pueblos de todos los países. Segundo, promover el desarrollo común. Debemos oponernos al desacoplamiento y los “círculos pequeños y muros altos”, resistir el proteccionismo y las sanciones unilaterales, y promover el establecimiento de un sistema de reglas económicas y comerciales internacionales justo, razonable y transparente. Es necesario retomar las cuestiones de desarrollo en el centro de la agenda internacional y hacer que los países en desarrollo puedan participar de una mejor forma en la división internacional del trabajo. Tercero, fortalecer el aprendizaje mutuo entre civilizaciones. Debemos abogar por los valores de civilización caracterizados por la igualdad, aprendizaje mutuo, diálogo e inclusión, defender la convivencia pacífica y la coexistencia armoniosa entre diferentes civilizaciones. Cuarto, impulsar la armonía ecológica. Debemos practicar el concepto de coexistencia armoniosa entre la humanidad y la naturaleza, establecer firmemente la conciencia de respetar la naturaleza, adaptarnos a ella y protegerla, y arraigar profundamente el concepto de desarrollo verde en los corazones de la gente, con el fin de promover la construcción de la civilización ecológica global a pasos duraderos.