Director de Operaciones en BlackRock México

Neobancos y su futuro en México

Los índices de inclusión financiera en el país no han mejorado en los últimos años, lo que subraya la importancia de permitir que los neobancos operen de manera más efectiva.

Socio en Dentons Global Advisors

Los neobancos son plataformas digitales que ofrecen servicios financieros a través de una operación completamente en línea. Se destacan por su enfoque en la innovación, la tecnología y una oferta enfocada en productos personalizados a un público más amplio. A diferencia de los bancos tradicionales, operan exclusivamente en el entorno digital (sin sucursales físicas), lo que les permite mantener sus costos bajos y, a su vez, cobrar comisiones más bajas debido a dichas eficiencias.

A pesar de su potencial para acelerar la inclusión financiera en México, dichas entidades enfrentan desafíos regulatorios, ya que la legislación actual no los reconoce de manera específica. Han tenido que operar bajo figuras existentes como es la de Sociedades Financieras Populares (Sofipos) o Instituciones de Tecnología Financiera (ITFs).

El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la propia OCDE han señalado en diferentes pronunciamientos, la importancia de poder otorgar una regulación proporcional que fomente el desarrollo de los neobancos y Fintechs, mientras se gestionan adecuadamente los riesgos; esto como motor de cambio y desarrollo en los países sobre todo en vías de desarrollo.

Dicho lo anterior, en México requerimos de una regulación óptima que promueva el desarrollo de los neobancos y sector Fintech. A pesar de la adopción significativa de productos provenientes de dichas instituciones, los índices de inclusión financiera en el país no han mejorado en los últimos años, lo que subraya la importancia de permitir que los neobancos operen de manera más efectiva.

Existen ejemplos relevantes donde se ha comprobado el peso que tienen los neobancos en el fomento de la inclusión financiera, como pueden ser los casos de N26, un banco digital alemán que opera en varios países europeos con más de 7 millones de clientes, con un enfoque en la simplicidad y la movilidad o Chime, un banco digital estadounidense que se centra en la asequibilidad y la inclusión de personas excluidas del sistema financiero tradicional con hoy más de 12 millones de clientes.

Respecto a México, existen varios neobancos que deben plantearse cómo deben de evolucionar, incluyendo la posibilidad de migrar hacia una figura bancaria, derivado a que su actuación y negocio no parecen encajar en figuras establecidas para otros propósitos pero que tuvieron que elegir para poder desarrollar sus estrategias de negocio.

Ejemplo de lo anterior es que, las Sofipos tienen como objetivo fundamental prestar servicios financieros básicos en zonas rurales y no desarrollados a personas que, de otra manera, no tendrían acceso a ellos, fomentando el ahorro popular, mientras que los neobancos van más allá de dicho propósito.

En el caso de neobancos, una solución para su desarrollo en México sería combinar dos enfoques concretos: Los neobancos que no cumplan el propósito de Sofipo o ITFs y que busquen seguir desarrollando productos financieros innovadores y sofisticados (similares a productos ofrecidos por bancos) adopten una figura bancaria, bajo el compromiso del regulador facilite dicha adopción y a su vez haga una revisión a la regulación bancaria para permitir una competencia justa entre neobancos y bancos tradicionales.

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