Colaborador Invitado

La importancia de contar con un Pleno completo en el INAI

Se requiere contar con un pleno completo para, entre otras funciones, resolver los recursos de revisión que semana a semana vota el INAI y cuyo promedio es de 500 asuntos.

Comisionada del INAI

Hasta el día de hoy el INAI tiene 229 días con un Pleno incompleto, ya que por ley debe contar con 7 comisionados, de los cuales está integrado actualmente por 5. Por supuesto, esta situación ha despertado el interés y la preocupación de la sociedad, ya que, de no avanzar el tema referente al nombramiento de los integrantes, no solo del INAI, sino de los diversos organismos autónomos con falta de integrantes, no podrán continuar trabajando en pro de México.

Una situación similar, por ejemplo, vive la Comisión Federal de Competencia Económica, Cofece, la cual suspendió el plazo para resolver el procedimiento sobre barreras a la competencia en el mercado nacional de combustibles para aeronaves debido a la falta de integrantes de su pleno.

Ante ello, considero que el asunto de las dos vacantes del Pleno del INAI sea enlistado en la agenda de las y los senadores de las diferentes fuerzas políticas y que de manera conjunta generen las condiciones para analizar, discutir y dictaminar los perfiles finales para ocupar estos cargos, además de impulsar mediante el diálogo los acuerdos necesarios para sacar adelante los nombramientos pendientes del INAI y de las demás instituciones autónomas.

Las y los integrantes del Senado han demostrado que la pluralidad de ideas, de pensamiento y de objetivos no es impedimento para lograr consensos, ya que ante todo se debe privilegiar el desarrollo de nuestro país y el fortalecimiento constante de nuestra vida pública.

Los órganos autónomos de nuestro país contribuyen al equilibrio del ejercicio del poder y al mejor análisis del complejo desarrollo de las acciones de gobierno y el ejercicio de los derechos. Por ello, quienes somos parte de estas esferas de instituciones públicas en México, debemos honrar esta autonomía con acciones siempre a favor de la sociedad y en cumplimiento al mandato de ley que tenemos conferido. La autonomía debe ser sinónimo de ello.

En nuestro país desde los años 90 se han impulsado una serie de reformas con el objetivo de modificar y robustecer la estructura y funcionalidad de la vida institucional del gobierno mexicano. De esta serie de cambios, así como de diversas demandas por parte de los ciudadanos se establece en nuestra Constitución la creación de organismos autónomos; con ello, el diseño tradicional de gobierno comenzó el camino de transición hacia un modelo más flexible, con una organización basada en lo establecido en la Carta Magna y en las leyes secundarias aplicables, garantizando en todo momento derechos en beneficio de la población.

Como resultado de ello se crearon instituciones autónomas como: el Banco de México (Banxico), el Instituto Federal Electoral (hoy Instituto Nacional Electoral, INE), la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Más tarde se otorgó autonomía al Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (INEGI), a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), y el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI).

En específico, con la ausencia de los dos comisionados, y la próxima conclusión del cargo de mi colega Francisco Javier Acuña Llamas (marzo 2023), se requiere contar con un pleno completo para, entre otras funciones, resolver los recursos de revisión que semana a semana votamos y cuyo promedio es de 500 asuntos. Además de seguir impulsando proyectos que defienden el derecho de acceso a la información y protección de datos personales, como por ejemplo el Programa de Sensibilización de Derechos (Prosede), y de concursos nacionales de historieta, cuento, spot de radio, trabajo universitario y periodismo de investigación, solo por mencionar algunos.

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