Colaborador Invitado

Empleabilidad y competencias digitales, ¿la nueva brecha?

Cuando hablamos de brecha digital, pensamos únicamente en conectividad; sin embargo, también deben considerarse las habilidades o capacidades para utilizar las telecomunicaciones.

Colaborador Invitado invitado

Ana de Saracho O’Brien, directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista de Telefónica Movistar México

En el último año y medio hemos vivido una transformación digital radical en nuestras sociedades y economías que, en muchos casos, ha evitado que nuestro mundo esté de cabeza debido a las medidas de contingencia adoptadas ante el Covid-19. De acuerdo con el Pacto Digital de Telefónica Movistar, en las primeras semanas de confinamiento se avanzó en la digitalización lo que en otro momento hubiera tomado un lustro.

El contexto actual nos ha retado a todos, pero también nos ha mostrado que, gracias a los avances en materia de conectividad, la comunicación entre las personas se mantuvo prácticamente intacta y, gracias a la digitalización, una gran parte de las empresas pudo mantener sus operaciones.

Sin embargo, también esta pandemia y el consecuente confinamiento hicieron evidente la desconexión de millones de personas y las desventajas sociales, económicas e incluso de seguridad que esto les produjo. Se subrayó lo que ya sabíamos: en México existe una brecha digital importante con efectos aterradores para aquellos sumergidos en ella.

Cuando hablamos de brecha digital, solemos únicamente pensar en conectividad, sin embargo también deben considerarse otros indicadores fundamentales para lograr sacar el máximo provecho de las ventajas que trae consigo la transformación digital: las habilidades o capacidades con las que cuentan las personas para utilizar los servicios de telecomunicaciones a los que tiene acceso y obtener beneficio de las Tecnologías de Información y la Comunicación (TIC), las consideraciones de privacidad y seguridad, así como la falta de equipamiento adecuado, entre otros.

Al interior de las compañías también es posible palpar estas brechas digitales, al presentarse una gran diferencia en la rapidez necesaria de adopción de la transformación digital en la empresa, comparada con la adopción de ésta en las personas que conforman los equipos de trabajo. Los mercados laborales se están transformando rápidamente, cada vez surgen con mayor rapidez profesiones que no existían hace pocos años, como los analistas de Big Data, expertos en cloud computing, desarrolladores de apps, y de las nuevas tecnologías como: IoT, edge computing, blockchain, entre muchas otras.

Se debe realizar un verdadero análisis y reformular la formación para satisfacer las necesidades del mercado laboral, lograr una mayor inclusión y abrir oportunidades. Randstad en el informe “Talent Trends Report 2019” señaló que el 85 por ciento de los empleos que existirán en 2030 aún no se han inventado y de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF), en un par de años, al menos el 54 por ciento de los trabajadores actuales necesitarán una recualificación y una mejora de sus competencias.

La digitalización que estamos viviendo abre nuevas oportunidades de aprendizaje, basadas en la universalización y democratización del acceso al conocimiento, al que ahora es posible acceder a través de cursos, plataformas y programas de formación gratuitos que conectan a las personas con la nueva empleabilidad. Un ejemplo es el programa Conecta Empleo de Fundación Telefónica Movistar que promueve la igualdad de oportunidades, empodera a sus beneficiados con conocimientos y capacidades para la nueva era digital que sientan las bases para un crecimiento económico sostenido.

Está en nuestras manos, como sociedad, empresas y gobierno, aprovechar todo el potencial que brinda la tecnología para poner a las personas al centro, crear una sociedad más justa, inclusiva y sostenible a través de la educación, pilar fundamental de lo que somos y en lo que nos convertimos.

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