Clemente Ruiz Duran

El factor externo

El factor externo estará presente en las votaciones del 2 de junio, con un mayor peso en ciertos grupos sociales y entre el empresariado mexicano.

En el proceso electoral existen múltiples fuerzas que interactúan sin que estén directamente involucradas, una de ellas es el factor externo, especialmente las relaciones con Estados Unidos, las cuales jugarán un papel crucial en el proceso electoral. Nunca antes esta relación había estado presente de una forma tan evidente como en esta ocasión, tenemos que recordar que desde el inicio de esta administración, bajo el nuevo tratado de libre comercio, se buscó aplicar las cláusulas referentes al mercado laboral, el presidente Biden en su informe anual (enero 2024) hace mención a esta transformación del mercado laboral, señalando que el T-MEC modernizó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte para incluir nuevas obligaciones laborales, como el innovador mecanismo de respuesta rápida, que preveía la aplicación acelerada de los derechos de libre asociación de los trabajadores, y negociación colectiva a nivel de las instalaciones (USTR 2023a), esto, sin lugar a duda mejoró el mercado laboral en México, y esto tendrá un impacto en el debate electoral.

A esto se suma el más difícil caso de la migración, que será un tema de debate en los próximos meses, todas las administraciones desde Obama han tenido una política de deportaciones, reduciéndose con el presidente Biden. A este respecto, los candidatos a la presidencia en México no han asumido una posición clara, lo que trae incertidumbre. La expectativa es que en los debates que se inician el próximo domingo asuman una posición clara y contundente.

Otro factor externo, que sin lugar a duda jugará un papel importante, es el de las remesas, ya que estas alimentan gran parte del gasto familiar en algunas entidades federativas y por lo mismo, en la reflexión preelectoral las familias debatirán de qué forma les afectará a su economía. Este flujo ha sido sumamente importante a lo largo de esta administración, y han estado aumentando, en el mes de febrero alcanzaron los 4.5 miles de millones de dólares, una cifra récord y que las familias de recursos escasos discutirán la forma de asegurar este flujo a través del voto. Esta inyección continua de recursos ha ido moldeando las preferencias electorales en el ámbito rural y favorecerá al voto en favor del partido en el poder. Diríamos que el voto en el México profundo se verá influido por este flujo de recursos.

Otro factor externo que influirá sobre los votantes serán los flujos de inversión extranjera, que en el período 2018 a 2023 acumularon 206 mil millones de dólares y que benefició a ciertas regiones del país, especialmente a la CDMX, que recibió el 24 por ciento de los recursos, seguido de Nuevo León, Jalisco, Estado de México, Baja California y Chihuahua. Estas entidades buscarán mantener este flujo de recursos y por lo mismo, lo más previsible es que decidan votar por la continuidad.

En esta perspectiva, el factor externo estará presente en las votaciones, con un mayor peso en ciertos grupos sociales y entre el empresariado mexicano, que en una perspectiva de estabilidad buscarán que los factores externos se mantengan estables. De esta forma, la expectativa es que el factor externo alimente la continuidad del régimen.

COLUMNAS ANTERIORES

Los retos del sistema financiero para 2030
Renovando el proyecto industrial

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.