Clemente Ruiz Duran

Debates sobre el crecimiento

En tanto EU se debate entre aumentar o no el techo del déficit fiscal y el gobierno chino señaló la necesidad de mantener el esfuerzo para alcanzar nuevas metas de crecimiento.

Esta semana se han debatido a nivel internacional dos visiones sobre las fuerzas del crecimiento en el mundo. Por una parte en Estados Unidos, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, solicitó que el techo de la deuda se ampliara, frente a la inminente suspensión de pagos por parte del gobierno de esa nación a sus acreedores (domésticos y foráneos) como resultado de la negativa de un grupo de legisladores –mayoritariamente republicanos–, lo que hizo que el techo de la deuda se amplíe. En otras palabras, este aumento no es otra cosa que la autorización para que el gobierno pague a sus acreedores lo que ya gastó. Para que se realicen estos pagos, el Congreso debe autorizar al gobierno el aumento del límite de endeudamiento. Si no lo hace, éste se declarará en moratoria de pagos, con consecuencias múltiples, algunas muy graves, como no pagar los sueldos a millones de trabajadores federales.

La visión de los legisladores republicanos que se oponen a este aumento, es que insisten que el gobierno no debe gastar más de lo autorizado en su nivel crediticio; suelen comparar el gasto individual que se realiza en términos domésticos con el gasto del gobierno, cuyas obligaciones exceden a las de una persona. Por ejemplo, proveer servicios como la educación y la salud, destinados a millones de individuos, o el de infraestructura, cuyos beneficios se extienden a la economía de toda la nación. La única forma de mantener el crecimiento de ese gasto ha sido mediante el crédito o el aumento de impuestos, o bien una combinación de ambos. La discusión, que no es nueva, se reduce a dos visiones de la sociedad: quienes consideran que el gasto social y el que beneficia a todos los sectores se debe eliminar porque debe ser responsabilidad de cada individuo hacerlo con sus propios medios, y quienes consideran que debe ser la sociedad en su conjunto la que garantice esos servicios con la intermediación del gobierno. Este debate es clave para el mundo dado que su resolución afectará la forma como Estados Unidos enfrentará la menor actividad que se pronostica y en esta perspectiva es clave que los legisladores se aceleren a aprobar la ampliación del déficit fiscal, con el fin de que exista flexibilidad para enfrentar la inestabilidad que puede presentar la economía estadounidense.

En tanto Estados Unidos se debate entre aumentar o no el techo del déficit fiscal, el gobierno chino el pasado lunes en una alocución del presidente Xi, señaló la necesidad de mantener el esfuerzo para alcanzar nuevas metas de crecimiento, que superen el 3 por ciento de 2022, la fórmula para lo cual China apuesta para mantener la expansión en forma competitiva es a través de aumentar el gasto de investigación y desarrollo que en 2022 alcanzó los 443 miles de millones de dólares, representando 2.6 porciento del PIB acercándose al 2.7 de los países de la OECD, esto colocó a China por arriba de Francia que tiene un 2.4 por ciento y de Holanda que tiene un 2.3 por ciento. En esta perspectiva China busca acelerar su crecimiento mediante un aumento al gasto en ciencia y tecnología en la perspectiva de superar el coeficiente de Estados Unidos que es de 3.5 por ciento. México tiene un coeficiente de 0.9 por ciento, superado en América Latina por Brasil que tiene un coeficiente de 1.2 por ciento.

Este debate internacional sobre las fuerzas para impulsar el crecimiento permiten dilucidar que nuestro país parece mas proclive a un debate como el de Estados Unidos enfocado a mantener los equilibrios presupuestales, más a que a transformar el país en una visión más orientada a cambiar los ejes sobre los que se mueve el crecimiento, es decir es necesario alejarnos de la expansión fundamentado en factores tradicionales, la Administración actual no ha sido capaz de convocar a las fuerzas productivas para impulsar una mayor inversión, sin ello requeriremos siempre de los flujos provenientes del extranjero, requerimos como dice el presidente Xi, enfocarnos a un trabajo arduo interno, mediante una mayor inversión.

Se requiere fortalecer la inversión y aumentar la productividad, la inversión se ha estancado desde mediados de la década pasada, esto deriva de la incertidumbre en torno a la formulación de políticas nacionales, especialmente en el sector energético. Con un marco de políticas adecuadas que respete a los inversionistas, el potencial de reactivación de la inversión es algo. En esta perspectiva el debate que se realiza con nuestros socios comerciales Canadá y Estados Unidos es clave para dilucidar el panorama no sólo de finales de sexenio, sino para lo que resta de la década de los veinte. Con un marco de políticas adecuado, el potencial de reactivación de la inversión es alto. México podría beneficiarse de las reorganizaciones que se están llevando a cabo en las cadenas de suministro mundiales para acercarlas a los más dinámicos mercados de consumo. En esta perspectiva reviste especial importancia la reforma para brindar certidumbre con respecto a los contratos vigentes y la estabilidad regulatoria.

México tiene una gran oportunidad de colocarse en una nueva dinámica de crecimiento siempre y cuando reafirmemos nuestro compromiso con la democracia y el respeto por las instituciones, se presenta una gran oportunidad siempre y cuando nos comprometamos con un desarrollo institucional previsible y capaz de garantizar respeto por las reglas del juego. Es un momento de reflexión y de compromiso con el futuro. Esperamos que el país sepa confirmar su vocación por el respeto de las instituciones y por el desarrollo.

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