Claudia Olguin

Valor inmobiliario en días de contingencia

En este periodo prácticamente la mayor parte de las empresas que cotizan en los mercados han experimentado cambios en el valor de sus títulos.

Los precios de inmuebles, materiales de construcción y rentas no son los únicos valores que se han movido en los días del distanciamiento social impuesto ante el Covid-19.

En este periodo prácticamente la mayor parte de las empresas que cotizan en los mercados han experimentado cambios en el valor de sus títulos.

En el caso del Índice FIBRAS en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), ha experimentado en lo que va del año un ajuste negativo de 26.29 por ciento.

Este resultado general ha tocado algunas de las 10 empresas que lo integran, por lo que distintos fideicomisos han tenido ajustes en sus precios.

Particularmente ayer, el escenario de pérdidas en su cotización lo vivieron Fibra Shop, Prologis Property México, Fibra Monterrey, Fibra Terra (PLA Administradora Industrial) y Fibra Uno.

Las razones son distintas, pero muestran la conducta del ánimo que existe entre los inversionistas y cómo ésta cambia al paso de los días. Este ajuste obedece al incierto escenario actual, evidencia el nerviosismo de los inversionistas, mismos que en el último año reflejaron su perspectiva sobre los certificados con un ajuste general negativo en el índice mencionado.

Aquí hemos mencionado distintos factores que han afectado el desempeño de los fideicomisos y otros vehículos financieros. Dos de ellos, latentes desde 2019, son la inestabilidad cambiaria y la falta de dinamismo económico.

Pero el reflejo en los valores de los fideicomisos y lo que está ocurriendo con los Certificados de Capital de Desarrollo (CKDEs) y los Certificados de Proyectos de Inversión (CERPI), no es lo único que seguro reflejará la actual crisis coyuntural.

En procesos de ajuste de los mercados ya se ha visto en el mercado el cambio de manos de portafolios y procesos de desinversión. Si bien es temprano para hacer un diagnóstico, no se debe ignorar en el escenario actual.

Con todo, esta situación no es exclusiva del mercado inmobiliario mexicano. Unos días antes de que concluyera marzo, la caída se veía en el valor de los títulos de las firmas líderes en los servicios inmobiliarios. Según la información pública, en ese momento el valor de las acciones del sector se desplomó 50 por ciento en promedio, lo que representó hasta ese momento una pérdida profunda generalizada en el valor de capitalización.

La mayor parte del top 5 de brokers globales opera en México y la pregunta es cómo reaccionarán ante el efecto de la recesión económica y los ajustes lógicos en el mercado.

Para algunos analistas es un hecho que al menos la mitad de los ingresos de las firmas de mayor tamaño proviene de servicios recurrentes como el facility management, pero el efecto negativo de una menor actividad podría traducirse en tiempos de ajuste.

Ya en el pasado, situaciones del tipo provocaron un proceso de fusiones y adquisiciones en el mercado. Fue en 2015 que la fiebre de fusiones replanteó la posición de México en la región latinoamericana la incursión de nuevos actores en el mercado.

En ese año DTZ adquirió Cushman & Wakefield, Newmark Grubb Knight Frank (hoy Newmark Knight Frank) hizo una primera compra de participación en The Alles Group, Savills hizo lo propio con Studley Real Estate y CBRE integraba a su operación con Global Workplace Solutions, además del surgimiento de Coldwell Banker Commercial.

Dos años después llegó la canadiense Avison Young y a partir de ahí se han reconfigurado equipos de trabajo, mercados y ahora todo parece indicar que un nuevo proceso de ajuste está por gestarse.

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