Opinión Claudia Olguin

Masaryk

Durante décadas y a lo largo de distintos ciclos inmobiliarios, Masaryk se distinguió por ser la avenida más cotizada en México y América Latina.

Durante décadas y a lo largo de distintos ciclos inmobiliarios, Masaryk se distinguió por ser la avenida más cotizada en México y América Latina. Ha sido el punto donde en los procesos expansivos, han aterrizado marcas nuevas a través de Flagship Stores.

En algunos puntos álgidos del desarrollo inmobiliario se le llegó a comparar con 5th Avenue en Nueva York, Knightsbridge y New Bond Street en Londres, o con Peak Road o Causeway en Hong Kong, aunque sus valores distan de los alcanzados por estos corredores.

Hasta 2019 cuando los nuevos mercados del retail de lujo en Asia desbancaron a las avenidas tradicionalmente ubicadas en el top 10 de Estados Unidos y Europa, México llegó a ocupar la posición 37. Era el año en que en Causeway Bay repetía la primera posición con un precio de mil 189.7 dólares de renta mensual por m2.

Distintas firmas inmobiliarias han dado seguimiento a la evolución de las principales avenidas en el mundo del retail de lujo. Lo hizo durante años Equais Retail y posteriormente Cushman & Wakefield, ésta última ha monitoreado desde 1988 más de 60 mercados a nivel internacional.

Sin embargo, el efecto COVID-19 ha sido revelador de la crisis que afectó el mapa global del retail de lujo en distintas latitudes. El cierre de tiendas y quiebra de retailers, pese a ciertas concesiones de desarrolladores en el valor de las rentas durante el cierre, ha generado pérdidas incalculables para inversionistas y landlords de las principales avenidas.

En el caso de Masaryk, lejos del cierre, empieza a generarse una transformación que dista de una simple crisis operativa y de pérdidas para propietarios y marcas.

Desde la perspectiva de quienes siguen el mercado, la baja de ventas venía de una crisis económica en 2018 para marcas high end que tenían otros canales de ventas. Este contexto generó distintos cambios en la decisión de arrendamiento de inquilinos tradicionales, muchos de ellos también afectados por la reciente renovación del espacio público que mantuvo durante meses con dificultad operativa a distintos locatarios de la arteria.

Para la firma MAC Arquitectos Consultores, el cambio de los últimos tiempos ha representado el cierre de algunas marcas, pero también la reubicación de conceptos que ya no encuentran en el corredor razón para permanecer, dado que tienen presencia en sitios cercanos como El Palacio de Hierro de Moliere, e incluso Antara.

Así que lejos de ignorar las pérdidas y locales vacíos, lo que sucede en ese corredor es que se está gestando una transformación que aún no convence a los propietarios de espacios, a quienes los nuevos inquilinos piden costos menores que en el pasado reciente.

Por lo comentado, para las marcas de lujo una tienda será irrelevante, pero para ciertos nichos que consume la clase media alta de ropa o restaurantes, el corredor se vuelve una oportunidad invaluable dado que la avenida se volverá en una más transitable y de la vida a pie.

Este factor es un generador de cambio de perfil de giros. Será como algunos pronostican, una resurrección de una avenida que en el pasado transitaban unos cuantos, a una más fluida que cambiará la lógica del negocio comercial. Es sin duda, una gran oportunidad de transformación para uno de los sectores más impactados por el COVID-19.

Vinte hace frente a pandemia

Como efecto de la generación de flujo de efectivo, el saneamiento de su deuda y un proceso de inversión en desarrollos, Inmobiliaria Vinte que preside Sergio Leal Aguirre mantuvo solidez en sus resultados financieros de 2020.

En ese período, la desarrolladora generó ingresos por $3 mil 651 millones de pesos, escrituró 4 mil 87 viviendas y generó flujo de efectivo operativo por $270 millones de pesos.

Como lo hemos comentado anteriormente, los resultados se complementaron con el fortalecimiento de su estructura accionaria a través del ingreso del fondo Danish Sustainable Development Goals Investment Fund, administrado por el Investment Fund for Developing Countries, que adquirió 6.6% de las mismas.

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