Carlos Ruiz Gonzalez

¿Ya de regreso a la oficina? Conserva tu nueva mentalidad (mindset)

Sea que ya regresemos a trabajar en la oficina o sea que nos quedemos a trabajar en casa, los buenos hábitos, inclusive desarrollados 'a la fuerza', conviene mantenerlos.

"No puedes volver atrás y cambiar

el principio, pero puedes comenzar

donde estás y cambiar el final"

C. S. Lewis

La importancia del mindset (tu mentalidad)

Enfrentar nuevas realidades —la nueva normalidad— nos pide modificar nuestra mentalidad (nuestro mindset), de hecho el confinamiento nos ha forzado a desarrollar una nueva mentalidad, y vale la pena plantearse seriamente conservarla.

Mantener lo bueno que aprendimos en el confinamiento, estemos o no confinados

Acabo de leer un muy buen artículo en la revista Inc., en Estados Unidos, están ya regresando a las oficinas, y el artículo afirma que las personas deberían mantener la mentalidad (el mindset) que adquirieron al verse forzados a trabajar en casa. Yo pienso que aplica para ambas situaciones, sea que ya regresemos a trabajar en la oficina o sea que (por restricción o por elección) nos quedemos a trabajar en casa. Los buenos hábitos —adquiridos quizá con mucho esfuerzo—, inclusive desarrollados 'a la fuerza', conviene mantenerlos. A continuación me referiré a algunos de los hábitos que menciona el artículo, y añadiré otros que me parecen importantes.

Ajustarse a un horario .

De inicio y terminación de labores, fijando bien las prioridades para el día, eligiendo entre lo importante y lo urgente, evitando el multitasking y perfeccionando, en su lugar, la capacidad de mantenerse enfocado en lo que se está haciendo, replanteándose muy bien lo importante a terminar o cumplir en la jornada laboral.

No tener miedo a aprender .

Tener que aprender cosas nuevas, maneras diferentes de hacer las cosas y tecnologías que se veían complicadas, no sólo ayudará a tener mejores resultados, también, al adquirir expertise, nos transformará en mejores personas. Virginio Gallardo, psicólogo especialista en gestión de cambio, afirma: "La más importante de todas las competencias del siglo XXI es aprender a aprender. Debemos ser expertos en autoaprendizaje dando una especial importancia al conocimiento emocional y desarrollo de uno mismo".

Tomar descansos reales .

Está claro que no es conveniente hacer multitasking, sino mantener enfoque en una tarea, pero al mismo tiempo hay que tener breaks. Trabajando en casa, de pronto nos permitimos prepararnos una taza de café, hacer una llamada a un ser querido para saludarle o simplemente —cuidando la sana distancia— dar una caminata breve. En cambio, en la oficina pocas veces nos damos esos descansos, que son muy valiosos y útiles, pues además de aumentar la salud mental, ayudan a concentrarse en la siguiente tarea.

Cambiar reuniones en persona por conferencias telefónicas .

Estos meses en que hemos sustituido las reuniones en persona por conferencias telefónicas, deberían hacernos revalorar nuestro tiempo. Finalmente ya dimos el 'brinco' viéndonos forzados a usar la tecnología ante la imposibilidad de reunirnos en persona. Calculemos entonces cuánto tiempo perdemos yendo a otras oficinas (sean dentro de nuestro trabajo, o peor, fuera de la oficina), cuando una simple llamada telefónica (o videoconferencia) podría haber resuelto el asunto igual de bien y en menos tiempo.

Tomar el tiempo para conectarse .

Trabajar en línea, desde casa, implicó adaptarse y aprender a conectarnos, pero se logró; se adquirió teniendo reuniones, a veces una, dos o más veces por semana. Es decir, nos sometimos a un proceso de aprendizaje para adaptarnos a la nueva realidad. ¡Y resultó! Este mismo proceso hay que mantenerlo. Tomar tiempo para conectarnos con nuestro equipo, aunque sea brevemente, y en ese tiempo conectados definir los objetivos a alcanzar y cómo lograrlos. Uno de los grandes aprendizajes de este confinamiento es haber desarrollado la capacidad de conectarnos, para preparar mejor lo que vamos a hacer.

Procurar y mantener nuestro bienestar personal (aún estando en la oficina) .

Cada quien tiene su definición de bienestar, de sentirse bien. Para algunos algo de ejercicio, para otros, una buena lectura, una taza de café, prepararse un sándwich o una ensalada; son cosas que antes del confinamiento dejábamos para antes o después del horario de trabajo. Trabajando en casa fueron 'rutinas de bienestar' que se fueron integrando a la rutina de trabajo (a veces a la hora de prepararse de comer o de hacer ejercicio en un break), estos momentos de búsqueda de bienestar nos permitieron desacelerar el cerebro, y adquirir mejor concentración en nuestras tareas.

Esperemos que estas seis reflexiones nos ayuden a mantener esta nueva y valiosa mentalidad (mindset) que con tanto esfuerzo hemos adquirido durante el confinamiento.

* Profesor decano del área de Política de Empresa (Estrategia y Dirección) en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE).

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