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¿Cemex tira la toalla?

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Hay mucho fuego pirotécnico en la noticia de ayer de Cemex, cuando anuncia que ha lanzado una empresa con la que pretende desarrollar proyectos de energía renovable en México, de la mano de la firma Pattern Development. Pero, ¿es buena idea?, ¿debemos aplaudirla así nada más?, ¿es eso lo que tiene que hacer Cemex?

A simple vista suena bien: la empresa más grande de cemento del país, dirigida por Fernando González, pone un pie en un sector que despuntará en México durante las siguientes décadas. Lo hace días después de que Standard & Poor's mejorara la perspectiva de su deuda y ante el seguro beneplácito del gobierno, que está feliz escuchando que empresarios como Alberto Baillères también se suben a esa ola. Hasta ahí, todo bonito.

Pero Cemex no es una empresa de energía. ¿Qué pensarían los abogados de firmas como Creel, Galicia, Robles Miaja o Mijares-Angoitia si de pronto se enteran de que un socio picudo de entre ellos invierte su dinero en montar una franquicia de Century 21 para vender bienes raíces y dice que ahí hay un futuro promisorio? ¿Qué dirían los directivos de las Fibras si de repente una de ellas afirma que abrirá una división de desarrollo de software aduciendo un gran futuro?

No es ilegal ni ilegítimo que Cemex quiera abrir una división de energía. De hecho, suena deseable. El problema es la falta de enfoque.
Un chapuzón rápido en sus competidores ilustra el caso. La suiza Holcim tiene tres divisiones de negocio: cemento, agregados y concreto. Punto. La francesa Lafarge –la segunda empresa más grande del mundo en esta industria– tiene cuatro: cemento, concreto, agregados y yesos. Punto. Y la más grande del mundo, la china Anhui Conch, está también totalmente concentrada en estos productos.

¿Qué mosco le picó a Fernando González para que lance Cemex Energía? No lo sabemos. Es casi seguro que recibirá el aplauso de sus colegas empresarios regiomontanos, quienes le admirarán y le dirán que qué bueno que se arriesga por el futuro de México. Pero no sé cuántos sean realmente sinceros con él y le cuestionen si de verdad Cemex Energía es algo que cobrará preponderancia dentro del grupo, en cuyo caso probablemente estemos hablando de una reconfiguración de largo plazo de Cemex, cediendo espacio a sus competidores en sus negocios de origen. Tirando la toalla.

Ojalá salga bien la apuesta de Cemex. Pero la industria de la energía es, como se dice coloquialmente, otro animal, muy distinto al concreto, al cemento, a los agregados. Es uno que requiere un gerenciamiento muy distinto al que se necesita para vender sacos de cemento. Además, siempre quedará la duda de qué habría opinado en febrero de 2015 Lorenzo Zambrano al respecto.

Twitter: @SOYCarlosMota

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