Escritorio de Negocios

Gasolineros, globalifóbicos del siglo XXI

Han nacido ya. Son los nuevos globalifóbicos mexicanos del siglo XXI, los que marcarán el discurso de los siguientes años, quejándose de la apertura de su industria y de la inserción de México en el mundo global. Son los gasolineros que, ya vimos, no pueden competir con las nuevas reglas y empezaron ya su discurso al respecto.

Así es. Si el siglo pasado nos dejó con las reminiscencias de los empresarios del juguete, que pedían la protección del gobierno contra los juguetes chinos, y con los zapateros de León, haciendo de cada feria Sapica el escaparate de sus denuncias por la entrada constante de zapato ilegal, este siglo nos presentará a un gremio nuevo que nunca había operado en medio de condiciones de competencia: los gasolineros de Pemex.

EL FINANCIERO documentó esta semana la forma en la que los gasolineros están rechazando frontalmente la invitación de la Secretaría de Hacienda de Luis Videgaray para reducir sus precios, diciendo que su margen comercial es muy bajo, y aduciendo problemas como extorsiones y robo de combustibles. En adición, la Amegas ha dicho que con los bajos márgenes que obtienen por cada litro de gasolina, las empresas gasolineras irán a la quiebra si reducen su precio. Llegaron las amenazas, pues.

El presidente Enrique Peña dijo que a partir del próximo año tendremos gasolineras de diferente marca en el país, con lo que bajarán los precios de las gasolinas. Pero la afrenta de los gasolineros quejándose supondrá un nuevo terreno de batalla para el Ejecutivo, que tendrá que operar para mitigar el gran ruido que a partir de ahora pretenden hacer estos empresarios.

El problema reside en la disposición que hizo Hacienda para que a partir de ahora los precios de las gasolinas disminuyan, lo que ya puede ocurrir bajo las nuevas reglas porque el precio ya no está controlado en su totalidad (sólo se estableció un límite máximo). Asimismo, el gobierno descartó que se den más incrementos a lo largo de 2015. Esto origina que los actuales franquiciatarios de gasolineras de Pemex puedan entrar en competencia reduciendo precios, a lo que se niegan, diciendo que quebrarán.

Ya hay amenazas de algunos empresarios para llevar a cabo paros de gasolineras en algunas entidades (en Zacatecas amagaron al respecto hace un par de días). De manera que se va conformando un comportamiento y un estilo de parte de este gremio.

Emilio Lozoya de Pemex tendrá que ser muy estricto ante la amenaza que representa esta clase de globalifóbicos. No bastará con el relanzamiento de su franquicia, lo que ya prepara y será indispensable para competir. Eso no será suficiente ante el riesgo de que una alta proporción de sus actuales franquiciatarios se le volteen.

Twitter: @SOYCarlosMota

COLUMNAS ANTERIORES

Gruma en la boca del lobo
El culebrón de la Ley de Aviación

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.