"Las mujeres conseguirán la
verdadera equidad de género,
cuando los hombres compartan
con ellas la responsabilidad de
educar a la siguiente generación"
Ruth Bader Ginsburg
El pasado 18 de septiembre murió una gran mujer. Defensora de grandes causas y un ejemplo de jurista a nivel internacional. La famosa juzgadora y abogada Ginsburg, pasó 27 años como miembro de la Suprema Corte de los Estados Unidos. La ministra fue un icono de la defensa de los derechos de la mujer y la equidad de género. Sus visiones liberales sobre gran cantidad de temas sociales se convirtieron en inspiración para varias generaciones. Su figura se convirtió también en un fenómeno social al ser bautizada como "La notable RBG" y la gran difusión en redes sociales de sus posturas en temas importantes.
Entre muchos temas y materias que abordó durante su paso por el tribunal supremo, uno de los tópicos que le interesó fue el de la competencia económica. Se considera que al menos 30 importantes casos de competencia pasaron por sus manos durante este tiempo. Un número de casos muy importante para la cantidad de asuntos que llegan a discutirse en ese máximo tribunal.
Algunos de los casos más interesantes en materia de competencia económica sobre los que se pronunció la ministra tuvieron que ver con temas internacionales que han sido muy relevantes para gobiernos extranjeros o empresas que hacen negocios en Estados Unidos. Por ejemplo, en un caso que involucraba a empresas chinas que supuestamente se coludieron para vender vitamina C a un sobreprecio en Estados Unidos, los miembros de la Suprema Corte americana consideraron que, si bien las cortes deben tomar en cuenta la interpretación de gobiernos extranjeros sobre la ley de su país, esa interpretación no es obligatoria para las cortes americanas. El precedente fue muy relevante porque varios gobiernos extranjeros consideraban que la interpretación de sus leyes se debía tomar como un hecho incuestionable, y no como una decisión sobre interpretación legal. Esta decisión tiene implicaciones en casos de cárteles internacionales o fusiones y adquisiciones transnacionales que eventualmente se analizan por los juzgadores estadounidenses y que atempera la posible protección que pretenda un gobierno extranjero de las empresas que realizan ciertas conductas.
En otro asunto relevante de temas internacionales, Ginsburg intervino para decidir sobre la posibilidad de obtener documentos en procedimientos extranjeros. En el famoso caso de Intel vs. AMD, la Suprema Corte consideró que es válido que un tribunal de los Estados Unidos autorice un procedimiento de obtención de documentos (Discovery) en relación con un asunto de competencia que se lleva ante autoridades o tribunales en el extranjero, en ese caso, autoridades europeas.
Un caso más amplio e interesante fue el de "Volvo Trucks", en donde decidió junto con la mayoría que no existe un daño a la competencia cuando un fabricante de automóviles como Volvo, establece diferentes esquemas de descuentos o incentivos para sus distribuidores, dependiendo donde se encuentran. La opinión de Ginsburg fue importante porque recordó a los juzgadores que la política de competencia debe proteger el proceso de competencia y no a los competidores específicos en un mercado. Este es un principio que en todos los sistemas modernos de competencia se considera pieza toral de los objetivos de la legislación y los criterios de aplicación que deben seguir las agencias y tribunales de competencia.
El mismo tema de la equidad de género ella misma lo planteaba como un caso de libre competencia. Cuando se le preguntó sobre cómo quería ser recordada, comentó que le gustaría ser considerada como alguien que siempre usó cualquier talento que tuviere para hacer el trabajo con la mayor habilidad posible. Hacer las cosas mejor, compitiendo en igualdad de condiciones. Descanse en paz RBG.