Benito Solis

¿Se acerca la tormenta perfecta para la economía?

El objetivo de corto plazo deberá ser la mayor fortaleza de las empresas y de las finanzas públicas para enfrentar la debilidad del entorno internacional.

México ha sufrido graves crisis económicas en las pasadas décadas, cuando se conjuntaron debilidad interna con algún importante shock externo. Los sectores de la población que más sufrieron en esas crisis fueron los de menores ingresos y aquellos con ingresos fijos, los que no tenían ahorros significativos y los que estaban en la informalidad sin ningún tipo de prestaciones. Las crisis ocurrieron cuando el gobierno tenía un elevado déficit fiscal y tuvo que enfrentar fuertes shocks externos; como sucedió cuando el precio del petróleo (que era la principal fuente de divisas del país en ese momento) se desplomó a principios de la década de los 80. Otros casos han sido cuando las tasas externas de interés tuvieron incrementos importantes que elevaron el servicio de la deuda externa, provocando el círculo vicioso de mayores tasas de interés, mayor gasto público, mayor déficit fiscal que propiciaba un mayor nivel de endeudamiento para volver a caer en un mayor servicio de la deuda.

Contrario a lo anterior han sido los casos en que a pesar de tener fuertes ajustes externos, las finanzas públicas y las variables macroeconómicas se manejaron con prudencia, lo que permitió superar las coyunturas externas negativas. Esto fueron los casos del denominado 'milagro mexicano' en las década de los 60 y la fortísima crisis financiera global de 2008-09.

Hoy en día se están creando condiciones internas y externas que pudieran crear una tormenta perfecta para la economía nacional en los próximos trimestres. Por un lado la producción interna ya muestra un importante debilitamiento por causas internas; al mismo tiempo que uno de los principales motores de nuestra economía, que son las exportaciones, está ya dando importantes señales de desaceleración.

En el primer aspecto el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) ya mostró un dato anual negativo para el mes de agosto, de 0.4 por ciento. Sorprenden que tanto el sector secundario, que comprende a la industria, como el terciario, que se refiere al sector de servicios, ya muestran datos negativos en el mes (1.0 por ciento y 0.1 por ciento respectivamente). Es muy probable que el dato preliminar del PIB al tercer trimestre ya sea ligeramente negativo. Un elemento importante que explica esta situación es la caída en la inversión que realizan las empresas, debido a la incertidumbre con respecto a la política económica que se seguirá y a la inseguridad pública, entre otros factores, como se confirma en la encuesta que levanta Banco de México entre los especialistas en economía del sector privado.

A pesar de lo anterior, la economía nacional había podido mantener un dinamismo positivo apoyado en las exportaciones. Sin embargo, el difícil entorno externo continúa debilitándose derivado de la llamada 'guerra comercial' prevaleciente entre Estados Unidos y China, así como varios países desarrollados. Esto se traduce en una reducción en el comercio mundial que empieza a afectar a nuestras exportaciones.

En el pasado mes de septiembre las exportaciones totales de México fueron de 37.2 mil millones de dólares (es decir más de mil millones de dólares al día), de las cuales 35.2 mil millones fueron de productos no petroleros y solo 2.0 mil millones de dólares de productos petroleros. Esta proporción es inversa de lo que ocurría hace algunas décadas, antes del TLCAN. Aunque impresionantes, estos datos ya muestran una disminución al tomar en cuenta la estacionalidad, ya que las exportaciones totales se redujeron en 5.3 por ciento en septiembre, que se compone de -5.4 por ciento de los productos no petroleros y de -2.6 por ciento en los petroleros.

Con lo anterior se muestra que existe la posibilidad de que disminuya la demanda por nuestros productos tanto en el interior del país como en el exterior, lo que provocaría una contracción futura mayor de la actividad económica.

Para evitar una deterioro importante en la economía nacional se debería de trabajar de manera simultánea en dos frentes: 1) En el aspecto interno formar una alianza o pacto entre los distintos sectores de la producción, encabezada o propiciada por el gobierno, para destrabar los distintos cuellos de botella que están impidiendo incrementar la producción en el país. 2) En el sector externo reforzar los distintos acuerdos con los diferentes países para asegurar la participación de nuestros productos en sus mercados y aprovechar las inversiones que ya no se harán en China por la guerra comercial que ese país tiene con Estados Unidos.

El objetivo de corto plazo deberá ser tener la mayor fortaleza de las empresas tanto grandes como pequeñas y medianas, así como de las finanzas públicas para enfrentar los retos que se presentarán en la medida en que se debilite el entorno internacional.

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