Benito Solis

Economía de mercado vs una de control gubernamental

La libertad es un concepto que no solo se aplica a la política, sino a la economía, y hay riesgos si no se respeta este concepto en un entorno comercial global.

La historia de la humanidad ha sido un larguísimo periodo de alta mortalidad y hambrunas, guerras para sobrevivir y enfermedades que han diezmado las poblaciones en los pasados miles de años. Sin embargo, algo sucedió en el último siglo y medio que transformó esto, al permitir un ciclo de impresionante crecimiento económico y desarrollo en todos los aspectos. El ingreso promedio de las poblaciones aumentó cientos de veces en varias partes del planeta y la esperanza de vida de la personas se elevó décadas de manera generalizada. Además se tienen avances tecnológicos nunca antes vistos, así como descubrimientos médicos, agrícolas, electrónicos y en general en todas las ciencias. Hoy el conocimiento de las personas y la información a la que tienen acceso se ha incrementado recientemente de una manera dramática.

Una posible explicación de este explosivo crecimiento es el hecho de que se han generalizado en gran parte del mundo un sistema político y otro económico que son complementarios entre sí, los cuales propician e incentivan el crecimiento de las sociedades.

En el aspecto político se tiene el avance de la democracia, que permite a los integrantes de las sociedades poder cambiar a sus gobernantes de manera pacífica, por medio del voto de los ciudadanos. Anteriormente los gobernantes se quedaban en el poder durante toda su vida, y con gran frecuencia la de sus descendientes o parientes, a pesar de que fueran pésimos gobernantes e incluso si destruían a sus propias naciones. En los actuales sistemas democráticos los distintos gobernantes tienen la presión de dar resultados positivos, porque pueden ser removidos del poder en las siguientes elecciones. En el entorno anterior esto solo era posible de manera violenta y con gran cantidad de muertos, como sucedió durante la revolución mexicana o en la francesa.

En el caso de México resulta relevante la existencia del INE (antes IFE), que permite elecciones libres en donde los ciudadanos pueden decidir cambiar al gobernante o al partido en el poder.

En el aspecto económico se ha generalizado el sistema de mercado en las pasadas décadas, también denominado sistema de precios, por medio del cual los consumidores determinan u ordenan a los comerciantes y productores qué producir y ofrecer con base en sus gustos, preferencias y poder de comprar. Esto lo logran por medio de cambios en los precios de los distintos bienes y servicios que adquieren en función de su demanda, lo que determina qué productores ganan y quiénes pierden o incluso quiebran. La función del gobierno es extremadamente importante al asegurar de que los mercados funcionen en un entorno de competencia y de que se respeten las reglas acordadas. Es por esta razón que la existencia de monopolios, sean privados o del gobierno, son perjudiciales para los consumidores o la asignación directa de los contratos del gobierno.

En los sistemas anteriores eran los gobiernos quienes determinaban qué se debía producir, cómo hacerlo, con qué costos y a qué precios comprar o vender. Como es obvio, es imposible que un funcionario o empleado público supiera mejor qué le convenía a millones de personas y productores qué consumir o cómo producirlo. Estos sistemas económicos son muy ineficientes y de muy baja productividad. En la medida en que mayores partes del planeta han adoptado el sistema de democracia y de libertad de los mercados se han registrado impresionantes avances económicos, como lo demuestran Singapur, China, Europa Oriental y otro más. Asimismo, cuando se impide el correcto funcionamiento de este sistema se tiene graves retrocesos en el nivel de vida de las poblaciones, como es el actual caso de Venezuela y otros más.

En la actualidad existe preocupación de los participantes en los mercados de qué tanto se modificará el sistema de mercado en México y de la posibilidad de que se coarte la libertad en la fijación en los precios. Esto se está reflejando en la fuerte contracción en la inversión privada y en el crecimiento económico. Es por esta razón que la ratificación del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos es muy importante; pero también preocupa el cambio en las reglas que se habían acordado en el mercado energético y en otros sectores más.

COLUMNAS ANTERIORES

El proximo gobierno enfrentará una economía muy deteriorada
Autonomía del Banco de México, base de la fortaleza del peso mexicano

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.