La inflación tuvo una importante disminución en el resto del mundo, mientras que en México tiene dificultad para continuar bajando. El Fondo Monetario Internacional estima que la misma fue en promedio a nivel global de 6.8 por ciento durante 2023, y estima será 5.8 por ciento en el presente año y de 4.4 por ciento en 2025. Para las economías avanzadas estima será de 2.6 por ciento en el presente año.
Esta reducción de la inflación equivale a un incremento en la tasa real de interés, esto es la tasa nominal menos el incremento de precios, lo que refuerza la política restrictiva de los bancos centrales para controlarla. Por esta razón las autoridades monetarias no han considerado necesario seguir subiendo las tasas nominales de interés.
Por lo anterior es común escuchar en los grandes mercados financieros que es conveniente que los bancos centrales empiecen a disminuir las tasas nominales de interés. Sin embargo, hay varios indicadores que muestran que la economía de los Estados Unidos y de otros países desarrollados están creciendo de manera vigorosa, así que proporcionar otro estímulo tendría un efecto contradictorio, reactivando la inflación.
Por su parte, en México la tasa de interés es significativamente mayor que la predominante en nuestros dos socios comerciales. Por lo mismo varios opinan que aquí también debería de reducirse, sobre todo porque la inflación disminuyó durante varios meses. Sin embargo, a partir del mes de octubre muestra una tendencia creciente, cuando llegó a un mínimo anual de 4.26 por ciento y lleva tres meses subiendo para situarse en 4.88 por ciento en enero pasado. Por su parte, los productos agropecuarios muestran un incremento anual de 9.75 por ciento y las frutas y verduras de 21.78 por ciento anual en enero pasado.
Por lo mismo es importante poder identificar si este incremento es una nueva tendencia para los siguientes meses o fue un caso excepcional. La política monetaria deberá de estar tomando en cuenta esto. Hay varios elementos que hacen temer que es difícil que en el corto plazo la inflación vuelve a bajar, por lo que las tasas de interés se mantendrán elevadas durante varios meses más. Entre estos se encuentra los siguientes:
El creciente gasto y déficit públicos para el presente año incrementará la demanda en distintos sectores, destacando la política de subsidios y programas sociales que se están otorgando en la actualidad. Esto presiona los precios de diferentes productos.
La mayor participación en la economía de la delincuencia organizada eleva los precios de los distintos productos agrícolas, como sucede con el aguacate, el limón y la cebolla entre otros. Esto se agrava por el incremento en el costo del transporte y los cobros que la misma exige a los distintos productores por derecho de piso.
La sequía y la escasez de agua también está afectando los precios de distintos productos, especialmente granos y otros más. La carencia de este líquido reducirá la producción agrícola de manera significativa lo que incrementará su precio.
Un aspecto muy importante que afecta la inflación es el debilitamiento del tipo de cambio, que puede ocurrir en los siguientes meses, por las campañas electorales en Estados Unidos. Esto se debe a que un candidato a la presidencia de ese país ha manifestado de manera abierta su oposición al comercio internacional y al Tratado de Libre Comercio con México, así como elevar los aranceles a las importaciones. Hay que recordar que este candidato anteriormente inició un proceso de revisión o incluso de cancelación del tratado de libre comercio con México cuando fue presidente de su país.
La reciente rebaja de la calificación crediticia de Pemex perjudica la percepción de riesgo que tiene la deuda mexicana en los mercados internacionales, lo que afectará al tipo de cambio.