Sin duda desarrollar una cadena de valor apropiada y eficiente para la industria petrolera es uno de los grandes pendientes, no solo de la administración federal, sino de los estados del país, pues es sabido por los propios proveedores que no existe una coordinación entre las autoridades y las firmas que demandan esos servicios.
El desarrollo de contenido nacional es una obligación de las petroleras en el país; sin embargo, los mismos proveedores no están a la altura que ellos requieren. Es decir, hay negocio, pero no están listos para ello.
Uno de los principales problemas de los que adolece la industria en este sentido es la de calificar a los proveedores, pues en la mayoría de las veces les piden costosas certificaciones a cambio de contratos poco atractivos, en los cuales ni siquiera recuperan lo invertido en capacitación, sin mencionar que los plazos del proceso pueden pasar el año completo. Una pyme de servicios petroleros no resistiría un año sin cobrar.
La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), que representa principalmente a las petroleras privadas que operan en México, informó que los contratos que operan dichas empresas han generado un impacto de 900 millones de dólares en contenido nacional, cifra que se elevaría a 3 mil 500 millones de dólares al resto del sexenio.
Para 2025, el mínimo de contenido nacional que deberán tener los contratos petroleros, por ejemplo en aguas someras en México, será de 35 por ciento, y 38 por ciento en proyectos terrestres. Todo un reto.
De acuerdo con la Amexhi, la Unidad de Contenido Nacional de la Secretaría de Economía está trabajando sobre modificaciones a la metodología de contenido nacional con el objetivo de potenciar el impacto de la industria en la proveeduría local; sin embargo, fuentes han comentado a este espacio que la metodología que está elaborando Economía, y a la que se comprometió desde el principio de este año, aún no ha podido ver la luz simplemente porque no tiene pies ni cabeza, y como la tienen contemplada, sin fechas específicas ni plazos a cumplir (es decir, le faltan los 'cómos'), difícilmente va a ser apoyada por cualquier entidad y mucho menos implementada.
"Es fundamental la comunicación entre el gobierno y la industria a fin de que la nueva metodología refleje las necesidades y la realidad de la cual partimos", señaló (con mucha razón) la Amexhi sobre los retos de contenido nacional que se tienen en el país.
Es necesario que se desarrollen metodologías eficientes para incrementar la cantidad de contenido nacional de la industria petrolera, sobre todo en estos momentos en los que Pemex, como principal demandante de servicios en el país, tiene el cinturón tan (pero tan) apretado. ¿Existe una mejor forma de hacer las cosas? Al parecer sí, después hablaremos de ello.