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Un cuestionado calendario de vacunación

Ya se empieza a hablar en el mundo de escasez de materias primas indispensables para la fabricación de las vacunas, a lo cual habrá de sumarse la dificultad logística, escribe Jorge Arturo Castillo de Mundo Farma.

Las vacunas para Covid-19 finalmente llegaron a México y se empezaron a aplicar al sector salud en pleno día de Navidad. Incluso, este pasado sábado 26 de diciembre llegó a nuestro país -a la Ciudad de México (CDMX) y a Monterrey- un segundo lote de 42,900 dosis de la vacuna de Pfizer, procedente de su planta de Bélgica.

Sin duda, esta es una feliz noticia para cerrar este convulso año 2020. Es muy seguro que en el primer bimestre de 2021 nos enteremos de nuevas autorizaciones sanitarias de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para el resto de las vacunas candidatas de las farmacéuticas con las que el gobierno mexicano tiene acuerdos, como son las de Cansino, Astra Zeneca y el mecanismo Covax, entre otras más.

No obstante, no está de más tomar con recelo lo anterior, porque la autorización sanitaria -que será el refrendo de la respectiva acreditación de otras agencias sanitarias internacionales, como la Food & Drug Administration (FDA), de Estados Unidos-, no significa que las vacunas estarán listas ipso facto, dado que se depende de una larga serie de factores, más allá de la buena voluntad.

De hecho, ya se empieza a hablar en el mundo de escasez de ciertas materias primas indispensables para la fabricación de las vacunas, a lo cual habrá de sumarse, necesariamente, la dificultad logística que hemos hablado en este espacio, porque ni la paraestatal Birmex ni el Ejército mexicano tienen expertise en distribución mediante cadena de frío de entre -70 y -80 grados centígrados, como requiere la vacuna de Pfizer.

Para cumplir con esta enorme tarea conforme a lo anunciado, el gobierno mexicano deberá recurrir a fabricantes de cajas de ultra refrigeración y a operadores logísticos locales, a quienes ya debe estar identificando por estados o por regiones, como algunos de quienes hemos hablado en este espacio en meses previos.

Así que el calendario de vacunas dado a conocer por el gobierno mexicano hace poco es solo una idea aproximada de lo que podría ocurrir, pero que no será así necesariamente, dado que dependemos de terceros, tanto en la parte de autorizaciones de agencias sanitarias de referencia mundiales, como en la fabricación de las vacunas por parte de las distintas compañías farmacéuticas.

A nivel interno, un factor será la seguridad de la vacuna para evitar robos o sabotajes -de ahí la propuesta de integrar al Ejército mexicano en esta ecuación-, la logística y distribución en tiempo y forma, además del cuidado responsable de las vacunas para Covid-19 -para que conserven su calidad y eficacia- desde que lleguen a los aeropuertos, o se produzcan, hasta que se entreguen en clínicas y hospitales para su correcta aplicación.

Empero, la anterior no será una tarea nada sencilla, porque además habrá la exigencia de grupos y asociaciones que querrán tener la vacuna antes que el resto, como sucede ya con pacientes de enfermedades autoinmunes o de padecimientos crónicos, quienes cuestionan el calendario anunciado por la autoridad sanitaria.

A la par, el gobierno deberá empezar lo antes posible una intensa campaña para promover los beneficios de vacunarse, porque no será raro ver resurgir a los clásicos movimientos anti vacunas que tanto daño han hecho en el pasado, por ejemplo, con pacientes de VIH, entre otros más.

En teoría la vacunación será universal, pero al momento las vacunas para Covid-19 no han sido probadas en menores de 18 años, así que este grupo de alrededor de 40 millones de mexicanos está excluido en el calendario de vacunación. Mientras no haya pruebas en grupos de menores de edad, esto seguirá como hasta ahora, puesto que no se podrá garantizar la seguridad de las vacunas para ellos.

Para concluir: la llegada de los primeros lotes de la vacuna para Covid-19 a México y su aplicación para el sector salud es algo para celebrar sin duda, pero no hay que echar las campanas al vuelo, porque todavía dependemos de que todo salga bien en muchos terrenos que están fuera de nuestro control. Es una luz al final del túnel, sin duda, y qué bueno que cerramos con estas primeras aplicaciones para integrantes del castigado sector salud este terrible año 2020.

Sala de Urgencias

Guanajuato y Morelos están ya en semáforo rojo y se han sumado a la CDMX, Estado de México y Baja California. La capital mexicana está a más de 90% de ocupación hospitalaria en las camas para Covid y la pandemia va al alza, con más de un millón 400 mil casos confirmados de contagios y alrededor de 123 mil fallecimientos. Por favor no baje la guardia y cuídese al máximo.

Gracias por su lectura a lo largo de este año y desde esta columna van nuestros mejores deseos para usted y los suyos en el nuevo año 2021 que está por iniciar.

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