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¿Y qué ha pasado con las enfermedades que se han dejado de atender por la pandemia del Covid-19?

¿Cuántas toneladas de medicamento para controlar hipertensión o diabetes, por ejemplo, se habrán caducado cuando nadie acudía a sus consultas regulares?

Todos hemos hablado del excedente de mortalidad que ha tenido México a partir de la llegada del nuevo coronavirus -204 mil fallecimientos por Covid-19, según números oficiales-, que nos ha traído de cabeza desde hace un año, pero pocas veces nos hemos preguntado qué ha sucedido con todas las demás enfermedades que aquejan a nuestra población.

Todos hemos sabido de personas que han tenido un desenlace fatal durante esta pandemia y que nos han aclarado en algún momento, “pero no de Covid”, sino que padecía de esto o de aquello desde hace tiempo, pero que dejó de atenderse y de asistir a sus consultas a partir del confinamiento. Por cierto, ¿cuántas toneladas de medicamento para controlar hipertensión o diabetes, por ejemplo, se habrán caducado en el sector salud en estos meses pandémicos cuando nadie acudía a sus consultas regulares?

La verdad es que como sabemos la población mexicana ha envejecido, la pirámide poblacional ha cambiado radicalmente y las enfermedades infecto-contagiosas han dejado su lugar a las crónico-degenerativas, que se han convertido en la principal causa de morbimortalidad en nuestro país. En la etapa pre-Covid, la diabetes, la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebrovascular y la hipertensión arterial sistémica se ubicaban entre cuatro de las 10 principales causas de muerte en México.

Cual barril sin fondo

No está de más decir que el costo de los tratamientos de dichos padecimientos es altísimo y no hay sistema de salud que aguante estar destinando recursos, cual barril sin fondo, para su debida atención médica y tratamiento farmacológico.

Por tanto, aún en esta etapa de pandemia, sería importante recordar la importancia de prevenir las enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes, hipertensión, obesidad y otras. De inicio, como hemos insistido en este espacio, mejorando nuestra alimentación en todos los órdenes, evitando comida con grasas saturadas y altas en sodio, además del consumo de refrescos y aguas azucaradas; también, aumentando el consumo de agua simple, frutas y vegetales, aunado una rutina de ejercicio mínima de 30 minutos al día.

En este contexto, enfocar la investigación clínica hacia la búsqueda de soluciones para estos graves problemas de salud tiene ahora más sentido que nunca y es responsabilidad primordial de las industrias de la salud en México.

Tener una independencia en vacunas

La pandemia nos ha dejado claro la importancia de tener a la ciencia de nuestro lado y de dedicarle los recursos suficientes para su labor, pues hemos sido testigos de la esperanza que han brindado las vacunas anti-Covid, que permitirán, una vez que al menos 70 por ciento de nuestra población esté vacunada, regresar a las actividades de una forma más segura y con ello reactivar nuestra quebrada economía nacional.

En esta columna hemos insistido en que la industria química biofarmacéutica establecida en México es completamente capaz de fabricar las vacunas en nuestro territorio, para el consumo de nuestra población. Y no solo eso, sino que puede desarrollarlas desde cero, dado que nuestro país cuenta con una comunidad científica, médica e infraestructura suficiente y capaz para llevarla a cabo.

De igual forma, la pandemia por Covid-19 nos ha dejado varias lecciones, como fomentar la alta capacidad de fabricación de vacunas y fármacos con la que contamos como país, pues México no solo tiene una sólida industria químico-biofarmacéutica, sino que es la más importante en América Latina.

Una mayor participación en protocolos de investigación clínica

Por otro lado, no se debe olvidar que nuestro país cuenta con la infraestructura existente en las industrias de la salud y la ciencia pura, lo cual debería impulsar, por sí mismo, una mayor participación en protocolos de investigación clínica, lo que permitiría, además traer inversiones millonarias en dólares, aprovechar el trabajo, la experiencia y visión de los científicos y los investigadores, con el fin de contar con mayores innovaciones terapéuticas a nivel nacional.

Otra lección que ha dejado esta pandemia por Covid-19 es que nuestra agencia sanitaria, la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), debe agilizar sus procesos internos, con el fin de evitar la pérdida de oportunidades en inversión y el rezago en la autorización, pues esto impide la correcta llegada al mercado público y privado de fármacos innovadores.

También hemos insistido en este espacio en que el gobierno debe ver a la industrias de la salud, en particular a la farmacéutica, como un aliado y parte de la solución. Por ello, es importante abrir la participación del sector farmacéutico para la solución de emergencias de salud, como fue la epidemia del H1N1 en 2009, y ahora, con la aplicación de las vacunas contra el SARS-CoV-2, entre otras.

¿Y cuándo las vacunas para el sector privado?

Rafael Gual, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) externó para esta columna que desde su perspectiva las vacunas anti-Covid podrán ser adquiridas de manera privada en el segundo semestre de 2022, “pues no hay que olvidar que, por el momento, todas las vacunas cuentan con una autorización de uso de emergencia, que solo permite su adquisición a los gobiernos. Sin registro sanitario no se pueden comercializar”.

En este contexto, se espera que algunas farmacéuticas que han sido protagonistas en la lucha contra Covid-19, como Pfizer-BioNTech o Moderna, entre otras, obtengan su registro definitivo en un periodo de nueve o 12 meses, cuando ya podrían empezar a comercializarlas en el sector privado.

Para concluir, es justo recordar la alta demanda de vacunas que hoy por hoy existe en el mundo, lo cual ha sobresaturado las capacidades de producción y de insumos en todo el planeta, por lo cual la producción de estos biológicos está limitada y mucha ya comprometida de aquí a varios años. Así que al tiempo.

El botiquín

● Una rayita más al tigre. Este lunes 5 de abril, en su tradicional conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que no se aplicará la vacuna anti-Covid por el momento, porque así se lo aconsejaron sus médicos, dado que cuenta con anticuerpos suficientes para su protección. Sin embargo, la semana pasada había dicho que sí se la pondría, lo que deja claro que así como dice una cosa, dice otra… Nuestro primer mandatario no acaba de entender que muchos podrían seguir su mal ejemplo de no vacunarse, tanto quienes ya han padecido de esta nueva enfermedad como aquellos que no. ¿Qué nos pasa?, diría el comediante ya fallecido Héctor Suárez.

● Y como diría aquella vieja canción italiana, ¿cuándo, cuándo, cuándo la vacuna anti-Covid para el personal de salud del sector privado?

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