Antonio Cuellar

El espejo

Pedro Sánchez, presidente de España, al impulsar una ley de amnistía, permitiría el avance del movimiento independentista de Cataluña, entre muchas otras cosas más.

El sábado pasado se reunió en la Puerta del Sol, kilómetro cero de todas las autopistas de España, un número importante de españoles inconformes, representantes –virtualmente– de la mitad de todos los que habitan en su territorio; todos, con el propósito unánime de protestar contra una medida adoptada por Pedro Sánchez –su presidente–, que al impulsar una ley de amnistía, permitiría el avance del movimiento independentista de Cataluña, entre muchas otras cosas más.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, pronunció un discurso ante ese importante grupo de ciudadanos que me pareció trascendente para España misma, y, visto desde otra perspectiva, para todos aquellos países que se debaten en estos momentos en esa confrontación abierta entre movimientos políticos de izquierda y de derecha. Por su relevancia, transcribo enseguida los aspectos que he considerado más destacados. Juzgue usted mismo el contenido de las palabras de Ayuso. Lo invito a formar sus propias conclusiones:

“…el proyecto oculto de Pedro Sánchez ha dado por fin la cara. No se tapa ni un poco. Su proyecto es el totalitarismo. Ha decidido que él no va a perder el poder, le cueste lo que le cueste a España. Que nada, ni nadie, se lo va a quitar. Ha decidido dinamitar las reglas del juego, someter a las instituciones y a los poderes del Estado. Nos cuesta creerlo ¿verdad? Está sucediendo. Ha decidido que nunca más va a haber una alternativa a lo que él y los suyos representan, al precio que sea. Mientras pretende pasar a la historia por haber transformado la España de todos a su medida, por la espalda, a traición.

Hoy están en juego la libertad, la pluralidad, y la alternancia política, y la democracia. … (Sánchez) ha decidido regalar España a quienes quieren romperla y la desprecian. La debilidad de Sánchez refuerza a los que llevan décadas viviendo de los españoles, para ir contra los españoles mismos, quienes van a multiplicar todavía más su negocio corrupto en cada región para perpetuarse, entrometiéndose en la vida misma de cada ciudadano, exprimiendo a reglas e impuestos a los autónomos, expulsando a las empresas, a los jóvenes, controlando políticamente quién entra en la administración, borrando la historia, pervirtiendo las palabras, creando falsos problemas sin resolver los reales, para tenernos divididos, enfrentados. Dependencia, subvenciones ideológicas, más y más burocracia, y redes clientelares para someter a los ciudadanos.

Los españoles pierden, perdemos, libertad día a día, mientras Sánchez y sus socios tienen menos límites. ¿Su mejor herramienta? La falsa democracia en la boca. Una democracia sin ley, sin legitimidad, con mentiras y sin respeto a la libertad o a la vida …. esto es totalitarismo.

Decenas de colectivos y asociaciones de todo tipo, de todo color político y procedencia, están clamando estos días por el estado de derecho y la libertad en España, porque Sánchez nos llevará por este camino, desde luego, a una dictadura, si no hay contrapesos en el poder … pero es que él ha decidido ser el poder ejecutivo, legislativo y judicial. Y los artistas, cantantes, periodistas han perdido la libertad y son perseguidos o despreciados si no son lo que ellos consideran “los suyos, mi bando”: la España de bandos. Se juzga hasta lo que se dice en los chats de los teléfonos móviles, y los funcionarios son suplantados por activistas sin oposición, activistas sin más experiencia que el carnet de partidos y que son impuestos para dirigir las más altas instituciones.

La verdad se tergiversa en la cara, es por tu bien, es por tu convivencia, eso es progreso … y la memoria se impone y se manipula para controlar el presente y el futuro. …”

De algún modo, la ideología marxista que frente al rotundo fracaso de su propio modelo sucumbió a finales de los ochenta, logró esconderse y sobrevivir hasta nuestros días. Ha permeado en el pensamiento de los centros de estudio y en una generación de jóvenes que no experimentaron, ni vivieron, lo que fue la Guerra Fría. El mundo se vuelve a dividir en dos, y lo vemos en todas las latitudes, todos los días.

Es difícil creer que el fenómeno acontezca de manera espontánea, como también lo es suponer que sea libre y gratuitamente tolerado. La pregunta que debemos hacernos es, más bien: si la reinstalación de la ideología comunista revive y se permite, ¿cuál es el propósito?, ¿cuál es el modelo subyacente al que se conduce al mundo, sabedores de que el anterior fue un fracaso?

Muchos hemos vivido y conocido la diferencia existente entre un sistema totalitarista, y un sistema con alternancia política. Muchos somos, todavía, los que formamos parte de esa sociedad que transitó entre los modelos autocráticos de poder –en los que el Legislativo y Judicial se subordinaban al Ejecutivo–, y los democráticos actuales –en los que, respetándose la independencia de los primeros, se alzan como auténticos frenos y contrapesos del presidencialismo–. Muchos somos los que entendemos la profundidad del concepto ‘prensa libre e independiente’, por haber vivido la época en la que ésta se hallaba sujeta al control del Estado.

Por la conservación de todo lo que hemos ganado como país, y por el esfuerzo que debemos seguir realizando para mantener el México libre del que hoy gozamos, los que lo entendemos, no debemos de desatender el deber que nuestra época nos impone, de alertar a los demás, a los más jóvenes, sobre los riesgos que el mundo atraviesa … México parte de él.

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