Directora del Think Tank Early Institute.

SOS por los niños y las niñas afectados por Otis

De acuerdo con el Coneval, Guerrero ocupa el segundo lugar en pobreza en la primera infancia: 71.5% de las niñas y los niños viven en un hogar con un ingreso por debajo de la línea de pobreza.

Hace unos días, el huracán Otis dañó considerablemente al estado de Guerrero. Se habla de 47 municipios en estado de emergencia, de los 81 que conforman la entidad. La situación es grave, sobre todo para los grupos más vulnerables, como es la infancia.

Al respecto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) estima que más de 296 mil niñas, niños y adolescentes podrían estar seriamente afectados en tan solo cinco de los municipios más dañados por el fenómeno natural. En un comunicado se refiere a que este sector puede estar presentando “carencias de alimentación adecuada, acceso limitado a agua potable, riesgo de enfermedades relacionadas con el estancamiento de agua, deshidratación, atención médica reducida, y abusos a su integridad física y emocional debido al posible aumento de la violencia y el crimen. Además, los daños a los hogares y la infraestructura crítica, como hospitales y escuelas, representarán un riesgo especial para la población infantil y adolescente”.

Unicef también subraya la urgencia por ayudar a esta parte de la población recabando información de sus necesidades inmediatas; ofreciendo apoyo psicosocial; dando atención médica y nutricional; y brindando agua potable e infraestructura hidrosanitaria móvil, entre otros aspectos.

El organismo internacional indica: “Movilizar la ayuda humanitaria lo más rápido posible para la niñez y adolescencia afectadas es esencial en situaciones como esta que ponen en peligro su integridad física y emocional”.

El panorama se agudiza aún más si se observan los datos que registró, en 2022, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre la situación de la pobreza en la primera infancia en Guerrero. De acuerdo con el Coneval, dicho estado ocupa el segundo lugar en pobreza en la primera infancia con respecto a las demás entidades mexicanas, ya que 71.5 por ciento de las niñas y los niños vive en un hogar con un ingreso que se encuentra por debajo de la línea de pobreza y al menos presenta una carencia social (educación, alimentación, seguridad social, acceso a la salud y vivienda digna). El dato está muy por encima del promedio nacional, que es de 48.14 por ciento.

Asimismo, Guerrero ocupa el segundo lugar en pobreza extrema, ya que 30.4 por ciento de las niñas y los niños vive en un hogar con un ingreso que se ubica por debajo de la línea de pobreza extrema y al menos tiene tres carencias sociales (muy por encima del promedio nacional, que es de 11.58 por ciento).

En Early Institute nos sumamos al llamado de Unicef para responder a las necesidades de niñas, niños y adolescentes afectados por Otis, en Guerrero, y solicitamos el apoyo del gobierno mexicano y de la sociedad civil para hacer frente a la crisis de manera inmediata. Abonemos a la protección de la infancia en emergencia, pues los riesgos que enfrenta la colocan en una total vulnerabilidad y su cuidado debe ser primordial.

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