Directora del Think Tank Early Institute.

Herramientas para prevenir la violencia sexual infantil

Fortalecer las prácticas de crianza, potenciar la gestión emocional en la familia y fomentar la autoprotección y autocuidado, son algunas estrategias para erradicar este tipo de violencia.

Hablar de la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes no es sencillo, pero sí es necesario ante el incremento de casos en los últimos años. Para prevenir este tipo de problemática es esencial contar con información y herramientas que permitan evitar una situación de esa naturaleza o servirán para responder ante un abuso de esta índole.

De acuerdo con Yamir Valencia Betancur, de FAN Fundación, hay cinco estrategias que colaboran en la prevención de la violencia sexual infantil. La primera es fortalecer las prácticas de crianza de quienes cuidan a niños, niñas y adolescentes. Esto significa que los cuidadores deben saber cuáles son las características de cada etapa de crecimiento para identificar posibles variaciones. Los cuidadores también deben hablar con claridad a niños, niñas y adolescentes sobre educación sexual de acuerdo con su edad y establecer límites y normas que faciliten una comunicación transparente y amorosa.

La segunda estrategia es potenciar la gestión emocional en la familia, de tal modo que todos sepan identificar y nombrar las emociones que sienten. Para la especialista, al menos se deben identificar seis emociones: alegría, tristeza, enojo, miedo, calma y amor. De este modo, si se presenten situaciones de incomodidad en los miembros más jóvenes del núcleo familiar, ellos podrán expresar con exactitud lo que están sintiendo.

Una tercera estrategia es fomentar prácticas de autoprotección y autocuidado. Esto significa que niños, niñas y adolescentes deben contar con información de sí mismos y de su entorno (teléfonos de casa y para emergencias). También deben conocer su propio cuerpo y saber nombrar cada parte tal como es. Hay que promover también su autonomía e independencia para que cuiden su propio cuerpo. Incluso, en este punto es esencial fortalecer el área espiritual, entendida como la dotación de un sentido de vida, independientemente de la creencia religiosa que se practique.

La cuarta estrategia es la construcción de ambientes protectores, familiares y comunitarios, es decir, hacerles sentir a niños, niñas y adolescentes en confianza para expresarse libremente; acompañarlos en los momentos de juego, reforzando la comunicación y el cuidado; y estar con ellos durante el uso de los medios digitales. En este aspecto, es importante vigilar el uso de internet, mediante establecimiento de horarios; bloqueo de contenido inapropiado; limitación de acceso a menores de tres años, entre otros.

La quinta estrategia se refiere a la construcción de proyectos de vida, que no es más que guiarlos en la identificación de sus capacidades y habilidades, pero también de sus intereses y sueños. La finalidad es fomentar la confianza en sí mismos y su autoestima.

Por otro lado, si se detecta una situación de violencia sexual, la experta recomienda demostrar atención, comprensión y tranquilidad para que la víctima exprese la experiencia en un entorno de confianza; alejarla de su posible agresor; decirle que le cree todo lo que le está compartiendo; insistir en que no es culpable de nada y confirmarle que le ayudará y pedirá auxilio a otras instancias, de ser necesario.

En Early Institute reconocemos que lo más importante en la prevención es el conocimiento y entre más recursos tengamos los cuidadores de niños, niñas y adolescentes estaremos mejor preparados para erradicar esta terrible y dolorosa forma de violencia.

COLUMNAS ANTERIORES

Concientizar sobre el uso de las redes sociales previene abusos
En México, crecemos menos y nos endeudamos más

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.