Análisis sin Fronteras

No soy 'Anita', no soy 'corazón'

López Obrador le llamó “corazón” a una reportera el Día Internacional de la Mujer, ante las funcionarias mujeres del más alto nivel del gobierno federal.

"Quedas pendiente, corazón", fue lo que le dijo el presidente de México a una reportera que buscaba hacerle una última pregunta, antes de que concluyera la conferencia de prensa del 8 de marzo. ¡Órale! López Obrador le llamó "corazón" a una reportera el Día Internacional de la Mujer, ante las funcionarias mujeres del más alto nivel del gobierno federal, incluyendo la Secretaria de Gobernación (ese día AMLO presumió tener el gabinete más feminista) y horas antes de que iniciara una megamarcha en contra del gobierno federal por la violencia de género y los feminicidios. En esa conferencia de prensa también aludió que le pediría a "Anita" que investigara irregularidades en la Federación de Natación. "Anita" es Ana Gabriela Guevara, la directora de la Conade, la funcionaria de más nivel en el deporte mexicano.

No es la primera vez que el presidente hace uso de diminutivos u otras referencias absolutamente inapropiadas al referirse a una.

Si un CEO o director de una empresa multinacional hablara con diminutivos a sus ejecutivos o asesores, seguramente recibiría quejas y podría haber consecuencias de no cambiar su comportamiento. En el siglo XXI las palabras tienen consecuencias. Excepto en el mundo perverso de Andrés Manuel López Obrador.

El presidente continúo insistiendo durante esta conferencia de prensa del 8 de marzo que la marcha, los cuestionamientos de la candidatura de Félix Salgado Macedonio y los ataques de los grupos feministas por la violencia de género que se vive en el país, todo esto es parte de un complot en su contra. Para él, "la bandera del feminismo, todo esto está impulsado por el conservadurismo que está sintiendo afectados sus intereses y privilegios".

En la conferencia de prensa también quedó confirmado que el gabinete de mujeres, varias de ellas reconocidas feministas y defensoras de los derechos de las mujeres, ahora son su "muro" que lo acogen y justifican su perverso uso del concepto de feminismo, como una estrategia para atacar a sus opositores. Por eso ellas serán recordadas como el 'gabinete florero'.

También quedó sellado el terrible futuro que enfrentarán mujeres y niñas de este país. No solo eliminó programas fundamentales para la promoción y el apoyo de mujeres y niños, argumentando ahorros y corrupción. Pero ahora, la crisis pospandemia será aún más devastadora, no solo por el incremento de violencia intrafamiliar y los feminicidios, el desempleo y la creciente pobreza, además de un incremento en enfermedades psicológicas, físicas, incremento en adicciones, suicidios. Ya está latente este futuro. Es inmediato.

Esta problemática requiere de programas especializados para las necesidades de mujeres y niños en crisis, programas que desapareció Andrés Manuel López Obrador. Para él, es lo mismo la problemática de la violencia que vive una mujer que la de un hombre. En el mundo de la 4T es lo mismo la pobreza que enfrenta un hombre que una mujer con niños.

Yo, a título personal, rechazo el uso de la violencia como una forma de protesta. Pero es una aseveración cómoda desde un lugar privilegiado: Yo, ni mis afectos han sido víctima de violencia debido a su género. Pero alguien le hiciera algo a mi hija o a un ser querido…. Con solo imaginarlo… Rompo, destruyo, quemo todo. Todo.

Pero también estoy consciente de que los actos vandálicos en la Ciudad de México no son nuevos y, de hecho, tiene un historial de grupos altamente organizados y financiados, que se movilizan dependiendo del objetivo y quién y qué se busca desestabilizar. Al ver la organización, la participación de hombres que parecen dirigir, y las herramientas utilizadas, sospecho que algunos de los grupos están siendo utilizados para golpearse entre sí, por una lucha política, un juego perverso, que todavía no entendemos.

Con esto no estoy afirmando que los movimientos y marchas feministas de los últimos años no sean orgánicas. Las que hemos participado, sabemos, lo hacemos ante la falta de reconocimiento de López Obrador y del Estado, de la tragedia que viven las mujeres mexicanas.

Pero hay que reconocer que el presidente no es un ignorante en estos temas. Durante su carrera política estuvo rodeado de feministas, que lo han apoyado en su trayectoria. Ahora, busca incitar el enojo, la rabia y hasta la violencia atacando a grupos que apoyan las merecidas demandas de las mujeres. Es hora de preguntarnos ¿por qué? y ¿quién protege?

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