Análisis sin Fronteras

¿Quién es Claudia Sheinbaum?

Si Claudia Sheinbaum decidiera gobernar como lo ha hecho López Obrador o se rodeara de secretarios con perfiles similares a los actuales, seguramente su sexenio sería un fracaso.

¿Qué tipo de liderazgo ejercerá Claudia Sheinbaum de ser electa presidenta de México? ¿Será un clon del Presidente? ¿Buscará unificar al país como primera presidenta de México? ¿O gobernará polarizando el país? ¿Podrá desarrollar un estilo propio, hacer decisiones independientes de los deseos de su mentor Andrés Manuel López Obrador? ¿Quiénes conformarán su círculo de asesores, expertos y operadores políticos con lealtad hacia ella o a AMLO? ¿Podrá mantener la unidad de Morena?

¿Quién es Claudia Sheinbaum?

Porque la verdad es que no conocemos a Claudia Sheinbaum a pesar de que lleva 20 años como funcionaria pública. Y es que, revisando en frío su currículum y experiencia personal, académica, profesional y política todo debería de indicar que sería una extraordinaria presidenta.

Pero antes habría que contestar las anteriores preguntas para poder anticipar el posible éxito o seguro fracaso de la primera presidenta de México. Si ella decide gobernar con el tono, la forma y visión de Andrés Manuel López Obrador o decide rodearse con secretarios y asesores con perfiles similares a los actuales, seguramente su sexenio será un fracaso.

Y es que la Dra. Sheinbaum, como candidata, enfrenta una situación difícil, tal vez imposible. El Presidente continuará siendo la cara y el corazón de su campaña, y no permitirá que “ella” le haga sombra hasta el día de las elecciones. Y no es claro que, una vez ganada la contienda, esté dispuesto a ceder el poder, la atención y el reconocimiento, por más que insista el Presidente que en el 2024 se va a retirar de la vida política. Y claramente, para poder ganar con un margen suficiente que le de credibilidad para gobernar lo que será un sexenio difícil, debido particularmente a la violencia nacional, ella requiere convencer a una parte del electorado decepcionado con los catastróficos resultados en materia de seguridad. Esto requiere que tome distancia de las decisiones que hizo Andrés Manuel López Obrador y su estrategia de “Abrazos, no balazos”, y esto probablemente podría resultar en una ruptura con el presidente. Y seguramente habrá otras decisiones y fracasos de esta administración de los que la candidata Sheinbaum tendrá que tomar distancia, algunos podrán esperar una vez que sea electa. Pero la problemática de inseguridad en el país podría ser uno de los factores más importantes que podría poner en riesgo su candidatura.

En otro tema, que seguramente tendrá que abordar la Dra. Sheinbaum, es su discurso relacionado con el combate a la corrupción. Y en este tema, será difícil manejar un discurso que asegure que ella está dispuesta a combatir la impunidad total que hay alrededor de este tema. Podrá la candidata asegurar atacar la corrupción, pero ¿estará dispuesta a decir públicamente que investigará a los corruptos de la actual administración?

Otro tema fundamental que marcará la credibilidad de su candidatura serán las decisiones alrededor de los cientos y cientos de candidatos de elección popular en el 2024. Ella tendrá influencia suficiente para asegurar la probidad de los candidatos. O permitirá, como ha sucedido en elecciones durante este sexenio, que lleguen al poder candidatos de Morena que son verdaderamente impresentables por incapaces, corruptos o por estar vinculados al crimen organizado. Los candidatos se identificarán con ella o con López Obrador. Este detalle es importante para asegurar la viabilidad de su gobierno. Sheinbaum corre el riesgo de que sean intocables los corruptos porque son parte del legado corrupto del presidente López Obrador, que seguramente estará buscando inmunidad para los más allegados.

Preocupa el estilo de campaña de la Dra. Sheinbaum hasta el momento, haciendo uso de recursos públicos e imitando el tono de hablar del mismo presidente. Y sí, hay esperanzas de que esta mujer científica, experta en cambio climático, con décadas de experiencia en el gobierno, podrá florecer y ejercer un liderazgo propio, que permitirá la unificación de un país dividido innecesariamente. Porque, como lo comenté anteriormente, su currículum claramente documenta esta posibilidad.

O será que “ella” será una mala réplica del presidente, donde será claro que quién gobierna no está físicamente en Palacio Nacional. De suceder esto, seguramente fracasará su sexenio. Y este legado será también catastrófico para las generaciones de mujeres que lucharon por asegurar que eventualmente México tuviera su primera presidenta.

¿Quién es Claudia Sheinbaum? Pronto sabremos.

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