Saludable que en la discusión pública sobre temas relevantes participen, con posturas osadas y con visiones distintas a las que tiene el nuevo gobierno, miembros destacados del círculo cercano de AMLO.
Hablamos de Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara alta, y Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la colegisladora.
Ambos representantes expresaron sus puntos de vista en cuanto a diversos aspectos de gobernabilidad, particularmente en temas como los recortes presupuestales, capacidad del gabinete, así como la errónea política internacional en torno a los migrantes.
Muñoz Ledo calificó de inaceptable y flagrante violación constitucional el despliegue de fuerzas federales en ambas fronteras para contener el flujo migratorio hacia Estados Unidos, plegándose a la causa electoral de Trump.
"No se puede entregar la carne humana por la presión de la gran potencia", advirtió el político, que podría tener muchos defectos, pero nadie niega su capacidad y experiencia obtenida a lo largo de 40 años en el servicio público.
En entrevista con Milenio, apunta que los migrantes pueden solicitar el amparo de la justicia contra un acto inconstitucional, como es el operativo de contención: "Las acciones de la Guardia Nacional y el Ejército para frenar los flujos migratorios contravienen el artículo 11 de la Carta Magna".
En el Senado, de igual manera, con valentía inusual en estos tiempos en donde la palabra del presidente es ley, Monreal apuntó que el gabinete ha tenido una curva de aprendizaje larga y pesada: "Veo un gabinete que no está en el acompañamiento. Siento que el presidente hace todo, conduce todo, necesita que su gabinete lo acompañe más".
Los recortes presupuestales también fueron fustigados por el zacatecano, particularmente aquellos aplicados a salud, educación y política social.
En esta reflexión, este reportero apunta que se habla de los recortes como si el Presupuesto de Egresos 2019 se hubiera reducido en comparación con el del año anterior, pero no es así, al contrario, es mayor, mientras que Peña Nieto tuvo 5.279 billones, AMLO, 5.838 billones. Un incremento de más del 10 por ciento. Entonces no hay menos dinero, sino que se destina principalmente a crear el ejército electoral mediante los diversos programas sociales implementados en esta administración, en lugar mantenerlos en programas que benefician directamente a sectores de la población menos favorecidos.
Claro, las obras insignia del tabasqueño también representan una carga severa al Presupuesto. Así, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía y el tren maya serán un barril sin fondo en el que se tirará el dinero.
A esto hay que agregarle el disparo en el gasto para el combate a los migrantes y el pago de pasivos, bonos y demandas ocasionadas por la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
Veremos qué tanto la crítica constructiva de los personajes que escucha el presidente hará que reconsidere su postura y corrija por el bien del país.
La propuesta de Monreal es emprender la reconciliación con los medios, inversionistas y empresarios. Con este postulado se suma el legislador al reclamo de diversos sectores de la sociedad, que exigen que se detenga la polarización entre mexicanos.
Vienen tiempos azarosos en los cuales se debe preservar la unidad nacional, y que la rijosidad del jefe del Ejecutivo federal se emplee contra los enemigos del país y no para ponerse los guantes con quien ose criticarlo.