Desde San Lázaro

Recomendaciones de la CNDH a Piedra

La CNDH debe desempeñar un papel fundamental y estratégico para impedir las afrentas del gobierno a los migrantes, pero se necesitaba de una piedra para frenar su papel protagónico.

Se necesitaba de una Piedra para frenar el papel protagónico que tenía la CNDH en el pasado en donde, por lo menos, se significaba como una instancia que había que atender, desde sus recomendaciones hasta las propias investigaciones que desplegaba sobre algún determinado abuso de la autoridad.

De igual manera, los organismos internacionales de derechos humanos coadyuvaban con la CNDH para presionar al gobierno mexicano y con ello significarse como un auténtico contrapeso ante los excesos de poder.

Ahora, ante las agresiones de la Guardia Nacional contra los migrantes centroamericanos, la titular de ese organismo prefiere callarse y solapar las violaciones a los derechos fundamentales del hombre, que hace el gobierno del presidente López Obrador.

En la historia contemporánea no se había ejecutado una política del toletazo contra la migración ilegal procedente de una de las regiones más pobres y con más violencia del mundo.

En otra colaboración señalamos que México tiene la obligación de atender los retos de la migración ilegal desde una perspectiva política, económica, social y humanitaria, debido a su calidad de país de origen, tránsito y destino, en donde resulta indispensable la coordinación, la participación y las voces de los distintos actores públicos y privados, desde autoridades federales y locales, los agentes diplomáticos, la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos y los representantes de la población.

En esta ecuación, la CNDH debe desempeñar un papel fundamental y estratégico para impedir las afrentas del gobierno a los migrantes.

Los desplazamientos de personas deben ser abordados como un problema humanitario. Es decir, poner siempre en el centro del debate a las personas.

Alberto Horst-Neidhardt, analista político del Centro de Política Europea, ha dicho que la migración es un problema político, ante el cual es relevante una alianza global. "Para regir los flujos migratorios necesitamos tener cooperación entre naciones, no sólo a través de acuerdos, sino de alianzas estratégicas". Además se requiere fortalecer la figura del asilo, mediante esquemas de financiamiento global.

Rosario Piedra merece por lo menos un par de recomendaciones del organismo que preside; por un lado, en cuanto a los excesos de la Guardia Nacional contra los migrantes y por otro, por ser omisa en garantizar los derechos humanos de los pueblos originarios ante los atropellos que hace el gobierno de la 4T en aras de llevar a cabo las megaobras de AMLO, como el Tren Maya o el aeropuerto de Santa Lucía.

EL mismo diputado Porfirio Muñoz Ledo, durante la sesión de la Comisión Permanente en la que estuvo presente Rosario Piedra, denunció los excesos del Ejército disfrazado de Guardia Nacional contra los ilegales de Centroamérica: "No es por miedo a la crítica, es por miedo a la verdad, mi partido no puede tener miedo a la verdad", increpó a sus compañeros de partido.

Rescato lo dicho por los legisladores Juan Zepeda (MC) y Enrique Ochoa (PRI), quienes le reprocharon a la ombudsperson que no se haya pronunciado por la violencia que azota al país y por omitir una recomendación contra la Ley de Extinción de Dominio.

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