Desde San Lázaro

Poder Judicial subordinado al Ejecutivo

La subordinación del Poder Judicial al presidente de la República es inocultable, se ratifica con el desempeño de varios de los jueces.

La credibilidad y actuación del Poder Judicial de la Federación está en entredicho debido a que sus resoluciones no se circunscriben a lo que mandata la Constitución; la actitud de sometimiento al Poder Ejecutivo es más que evidente, con lo que se trastoca la división de poderes y su independencia.

Los últimos sucesos dan cuenta de ello, de los cuales la renuncia del ministro Medina Mora y la intromisión de las instancias del gobierno, representan el vórtice del sometimiento.

La subordinación del Poder Judicial al presidente de la República es inocultable, se ratifica con el desempeño de varios de los jueces.

Veremos cómo se comporta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para atraer la resolución de los recursos de revisión interpuestos por el Ejecutivo en contra de la orden de suspensión de obras de Santa Lucía que se encuentran pendientes de resolución para lograr que sean resueltos de manera imparcial y con estricto apego a derecho.

Hoy más que nunca la independencia del Poder Judicial de la Federación y el principio de división de poderes son indispensables para la preservación del Estado de derecho

El colectivo #NoMásDerroches ha denunciado la existencia de inconsistencias e irregularidades y de indicios que apuntan a que los magistrados integrantes del Décimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito han cedido a presiones del Ejecutivo.

Este es solo un ejemplo de la parcialidad con la que obran algunos jueces, y podríamos citar casos concretos de otros impartidores de justicia que sus resoluciones responden más a los deseos del presidente de la República que a lo que mandata la ley, por ello es menester considerar la creación de un observatorio ciudadano que analice los fallos del Poder Judicial y con ello dar mayor transparencia a sus resoluciones.

Ahora con la salida de Eduardo Medina Mora entrará otro ministro afín al presidente López Obrador y con ello quedará aniquilada la independencia de la SCJN.

El poder absoluto del presidente AMLO se torna una realidad y representa un salto al pasado en tiempos en donde el presidente de la República, emanado del PRI, era la cabeza de la dictadura perfecta.

Por otra parte, el pleito entre el ministro presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar y el expresidente Felipe Calderón es otro portento de las pifias en las no debe incurrir el titular del máximo órgano de impartición de justicia del país, que como vil peleador callejero se enfrasca en una guerra epistolar por sucesos que ocurrieron hace poco menos de una década y que de suyo no abonan a la vida institucional del país.

La presencia sistemática del ministro Zaldívar en redes sociales es otro error que en aras de mantener una comunicación fluida con la ciudadanía lleva a cabo, pero se sacrifica la sobriedad, imparcialidad y nivel de jerarquía, además de la presencia moral que debe ostentar el titular de SCJN. Hay puestos en el servicio público que exigen acotarse en su totalidad a lo que mandata la ley y no a caprichos o pareceres personales.

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