Estamos en el vórtice de un cambio de paradigma en la perspectiva de equidad de género en el cual, la mujer, en todas las etapas de su vida, reclama su lugar en una sociedad machista y misógina. Y aunque el periplo para que las conquistas se plasmen en ordenamientos constitucionales y políticas públicas es largo y sinuoso, ahora con la irrupción de las féminas en la agenda nacional en temas como los feminicidios y la violencia de género, permite también dar una mirada a otros campos del conocimiento como la medicina y las conquistas logradas por ellas en este sector.
Nos comenta el doctor Manuel Ruiz de Chávez que en materia de prospectiva bioética existen profundos pronunciamientos en contra de cualquier forma de discriminación, en especial las que se refieren al goce de las libertades fundamentales -reconocidas en la Carta Magna- de niñas, adolescentes y adultas.
Habría que definir qué es la bioética para profundizar en sus alcances. Es el estudio de los aspectos éticos de las ciencias de la vida (medicina y biología, principalmente), así como de las relaciones del hombre con los restantes seres vivos.
Ruiz de Chávez es el comisionado nacional de la Comisión Nacional de Bioética, quien además de ser reconocido por su vocación en la academia, es maestro en ciencias en medicina social por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la Universidad de Londres.
La reflexión bioética es una herramienta invaluable para asegurar una práctica sanitaria con perspectiva de género en México, como paradigma teórico y práctico que promueve el diálogo y el intercambio de visiones con la participación de todos los sectores de la sociedad, en un marco de laicidad, pluralismo y derechos humanos, para el abordaje de desafíos comunes en materia de salud y de los derechos fundamentales del ser humano.
Dice el especialista en bioética que para la prestación de servicios sanitarios con calidad, debe sensibilizarse a los profesionales de la salud sobre los derechos humanos de la mujer, así como promoverse su observancia en el proceso de toma de decisiones, dando cabida al asentimiento en niñas y adolescentes o al conocimiento informado en mayores de edad, con el objeto de asegurar su participación libre en la toma de decisiones terapéuticas.
Es fundamental que la violencia de género, apunta Ruiz de Chávez, sea atendida a través de reformas estructurales y legales en todas las instituciones con el objetivo de abordarla y que sea considerada como una causa de responsabilidad grave, con sanciones claramente establecidas y aplicables.
La Comisión Nacional de Bioética, en el marco de sus atribuciones, promueve principios éticos y fomenta la no discriminación y la equidad de género en el sistema nacional de salud. Ejemplo de ello son diversos paneles y foros organizados en temas como el foro 'Bioética y políticas públicas'; 'Embarazo en adolescentes y vulnerabilidad'; 'Ética en la investigación con mujeres embarazadas' y el seminario 'Mujer, derechos humanos y salud, una aproximación bioética', entre otros.
Esta labor emprendida por el sector salud es de suma relevancia en la atención integral a la mujer en todas las etapas de su existencia y con ello mejorar su calidad de vida.
Atender las causas de la violencia hacia la mujer contribuye a disminuir las brechas de desigualdad que existe en el disfrute de derechos. También a identificar los espacios en los que se les violenta e implementar estrategias de prevención y atención que permitan que las mujeres ejerzan su autonomía y accedan a la atención médica y jurídica.