Desde San Lázaro

No estás sola, el repudio te acompaña

No basta con poner cara de constricción y victimizarse, se requiere una jefa de Gobierno que tenga los tamaños para enfrentar al hampa, que son los verdaderos grandulones y abusivos.

"La maltratan mucho los grandulones y abusivos, pero no está sola, la respalda el Presidente de la República y los habitantes de la Ciudad de México". La bravata la aventó AMLO, y lejos de provocar simpatías a la causa de Claudia Sheinbaum se volvió a hacer tendencia en redes sociales el hashtag #RenunciaClaudia.

Más allá del incremento exponencial en los índices delictivos en la capital del país, resalta la soberbia y la incapacidad de la jefa de Gobierno para atender la demanda más sentida de los capitalinos: la seguridad pública.

No sólo deben dimitir la procuradora capitalina, Ernestina Godoy, y el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, sino que Sheinbaum está obligada a pedir ayuda a su mentor para que mande a la Guardia Nacional a toda la CDMX, al tiempo de avocarse al 100 por ciento de sus capacidades, que tal vez no son muchas, para atender este flagelo, en lugar de distraerse en viajes a otras entidades del país, como lo hizo en Tijuana para apoyar a López Obrador ante los chantajes de Donald Trump.

Seguridad y más seguridad, señora Sheinbaum, es el reclamo general. De qué sirve que tenga sus audiencias mañaneras o su "nueva forma de gobernar", si a lo que más llega es a acusar a funcionarios que gobernaron la ciudad en el pasado, como si en su cargo no hubieran estado Marcelo Ebrard o el propio López Obrador.

No basta con poner cara de constricción y victimizarse, se requiere una jefa de Gobierno que tenga los tamaños para enfrentar al hampa, estos son los grandulones y abusivos y no los fifís o los pirruris.

Si no puede, renuncie, como en su momento lo dijo Alejandro Martí luego del secuestro y muerte de su hijo.

En dónde quedaron las Unidades Antisecuestro profesionalizadas y el Consejo integrado por representantes de la sociedad civil y autoridades para supervisar, denunciar y darle el seguimiento a todos los casos de secuestro.

Qué hicieron con los sistemas de inteligencia; o más aún, cuáles son los controles que diseñó la autoridad para tener monitoreados a todos los presos que han sido liberados por la entrada en vigor del nuevo Código Penal.

La incapacidad quedó de manifiesto en la investigación y en los protocolos que no se implementaron en el caso del secuestro y asesinato del joven Norberto Ronquillo, en donde no sólo no se preservó la escena del rapto, sino que la respuesta misma de la Procuraduría capitalina fue a destiempo.

¿Cuántos Ronquillo van a necesitarse para que López Obrador y Sheinbaum entiendan que la inseguridad está incontrolable, y que no es un tema que tenga sesgos políticos, sino que es un auténtico reclamo de la ciudadanía?

En seis meses no hay resultados en este rubro, sólo excusas, buenos deseos, repartir culpas y una amnistía a los criminales, que han recobrado muchos de sus territorios que habían perdido en el país.

Tres de los gobernadores consentidos de AMLO, Claudia, Cuitláhuac y Cuauhtémoc, han resultado unos verdaderos inútiles, por lo menos en el tema de la seguridad, y no se aprecia cómo van a revertir la situación que, definitivamente, ya se les salió de control.

A ellos se les da el respaldo del Presidente de la República, a las víctimas y familiares ni una palabra de aliento, ya no digamos la captura de sus victimarios.

Un dato: En la CDMX se registraron tres secuestros diarios en los primeros cinco meses del año. Entre enero y mayo fueron iniciadas 440 carpetas de investigación por el delito de privación de la libertad personal, comparados con el mismo periodo del año anterior hay un incremento del doble de casos.

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