Desde San Lázaro

El peor momento de dos presidentes

Ambos han caído en las encuestas que miden la popularidad y los dos presidentes se irán juntos a la derrota. Uno en la elección del 3 de noviembre y el otro en la intermedia de 2021.

Los dos están metidos en un embrollo por la toma de decisiones que han convertido a sus países en el ejemplo de lo que no se tiene que hacer en la atención de la pandemia y de cómo evitar el menor daño a las vidas humanas, su salud y la economía, para sus gobernados.

Ambos han caído en las encuestas que miden la popularidad y a casi cuatro meses de las elecciones en Estados Unidos, nomás no se ve cómo Donald Trump pueda remontar una desventaja de dos dígitos porcentuales con relación al demócrata Joe Biden y con una tendencia a que se amplíe más la diferencia.

La pandemia en Estados Unidos ha saturado los hospitales en todos los estados fronterizos del sur, lo que convierte a ese país en el de mayor número de contagios y muertes en el mundo.

Son 132 mil muertes en EU y en México, según cifras de Renapo, 38 mil 815.

En este escenario, que parece más un parte de guerra, Trump ha llamado a López Obrador a la Casa Blanca para... bueno, a ciencia cierta no se sabe a qué va, lo cierto es que no acude para compartir experiencias en torno a la agenda bilateral, que de suyo es muy complicada si consideramos los temas de la migración, tráfico de armas, lucha regional contra los cárteles de la droga y su complicidad con funcionarios mexicanos de alto nivel. No, simplemente va porque lo necesita el mandatario norteamericano en sus propósitos reeleccionistas.

Tarea harto difícil en donde se observa que, en esta aventura, ambos presidentes se irán juntos a la derrota. Uno, en la elección del 3 de noviembre y el otro, en la elección intermedia del próximo año.

Tampoco va a ponderar el resultado del T-MEC, ya que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no acude a la cita.

AMLO, de acuerdo a la encuesta de GEA, de julio, es rechazado por 58 por ciento.

Para la mayoría de los mexicanos, la visita de AMLO a Estados Unidos no es bien vista y menos cuando desde la campaña presidencial anterior, Trump nos ha insultado.

López Obrador se cansó de criticar a Peña Nieto cuando éste, en una desafortunada decisión, lo invitó a México cuando aún era candidato republicano y ahora el tabasqueño se ha puesto de tapete en las aspiraciones reeleccionistas de su contraparte norteamericano en detrimento de las relaciones diplomáticas y políticas con los demócratas, quienes recuperarán la presidencia y la mayoría en ambas cámaras parlamentarias.

En México, la atención a la pandemia camina de la mano con Estados Unidos, con un subregistro de muertos y enfermos, en el que se observa que el índice de letalidad es uno de los mayores del mundo y el número de muertos está por encima de los países de Europa y se mantendrá al alza por un buen tiempo.

Cuando el uso del cubrebocas es una protección probada para evitar el contagio, AMLO y López-Gatell no lo portan ni por equivocación y, peor aún, cuando el tope de contagios está en su máximo nivel, mueven con criterios políticos el semáforo de alerta para así conminar a todas las personas a retomar su vida cotidiana.

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