Desde San Lázaro

CNTE toma el control de la educación

López Obrador está del lado de la disidencia magisterial, ello en perjuicio de más de dos millones de maestros que agrupa el SNTE y que a diario hacen patria en las aulas.

Otra decisión desastrosa ha tomado el presidente López Obrador al plegarse a las principales exigencias de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en detrimento de los niños y jóvenes que cursan en escuelas públicas sus estudios hasta el bachillerato.

Con el pase automático a todos de todos los egresados de las escuelas normales públicas del país a las plazas de trabajo y el control de las mismas, se vino por tierra uno de los mayores reclamos de la sociedad en torno al manejo discrecional de la nómina magisterial.

A partir de ahora, otra vez no sabremos quiénes serán aviadores, esos que solo tocan base cada quince días y regresarán los tiempos de la sangría al presupuesto que representa manejar las plazas sin control alguno.

La CNTE ganó todo y ahora el siguiente paso es vulnerar la unidad del SNTE y con ello, apropiarse también del sindicato más importante de América Latina.

López Obrador está del lado de la disidencia magisterial, ello en perjuicio de más de dos millones de maestros que agrupa el SNTE y que a diario hacen patria en las aulas.

La contrarreforma de Obrador es un salto descomunal al pasado que condena a la mediocridad a estudiantes.

Los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados, del PAN, PRI, MC y PRD afirmaron que los proyectos de dictamen de leyes secundarias de la reforma educativa son violatorios de la Constitución Política, merman el derecho a la educación de excelencia, atentan contra la rectoría del Estado y van en detrimento del interés superior de la niñez.

Los legisladores: Juan Carlos Romero Hicks, coordinador del PAN; René Juárez Cisneros, coordinador del PRI; Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, coordinador de MC, y Verónica Juárez Piña, coordinadora del PRD, expresaron su rechazo al albazo de AMLO y la CNTE.

Los coordinadores parlamentarios criticaron acremente que se dejen sin efecto los esquemas de evaluación para la mejora continua que permitiría la profesionalización permanente de los docentes.

La rectoría del Estado en el manejo de la nómina magisterial está en entredicho y se fomentan intereses ajenos a la educación, dicen, pues se busca instaurar un régimen de excepción, poco transparente y selectivo, para decidir sobre las plazas, violando la Constitución, a fin de controlar, intervenir y supervisar todos los procesos de admisión, promoción y reconocimiento, y para que exista pase automático en las escuelas normales, la Universidad Pedagógica Nacional y los centros de actualización del magisterio, sin que medie una evaluación académica.

La reforma educativa de López Obrador es profundamente centralista, ya que atentan contra la distribución de la función social educativa entre la federación, las entidades federativas y los municipios para controlar todos los recursos federales destinados a la educación.

Otra pifia garrafal que estigmatizará el sexenio de la llamada transformación de cuarta, con el membrete de convertir a México en el peor país de la OCDE en materia educativa.

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