Desde San Lázaro

Cartilla Moral, adoctrinamiento y demagogia

Mientras que en la mayoría de los programas de gobierno padecen recortes presupuestales, AMLO dispone de excedentes para consolidar su proyecto político transexenal.

Al más juarista de los partidarios del Benemérito de las Américas no le importa transgredir el Estado laico sistemáticamente, ahora con el reparto de diez millones de cartillas, esas llamadas morales, con las que pretende evangelizar y de paso aplicar algunos de los principios para manipular y controlar a las masas que ideó Joseph Goebbels, el padre de la propaganda nazi.

Mientras que en la mayoría de los programas de gobierno padecen recortes presupuestales, Andrés Manuel López Obrador dispone de esos excedentes para consolidar su proyecto político transexenal; en ese sentido, qué importa el costo de 10 millones de ejemplares o la logística para su reparto.

Es más, se pone en tela de juicio si tendrá algún impacto entre la población los dogmas de fe y el contenido del panfleto.

La misma Arquidiócesis, que encabeza Carlos Aguiar, señala que imaginar que con la Cartilla Moral se solucionen los problemas éticos, sería como mostrarle una receta al enfermo para su recuperación.

Tiene razón el religioso, aunque el tema de fondo es precisamente cooptar la voluntad y granjearse adeptos a la suprema causa de mantener el poder a base principios religiosos e ideológicos. El adoctrinamiento y la demagogia en todo su esplendor.

Así las cosas, veremos hasta dónde tiene resultado esta estrategia emanada de alguna mente calenturienta y perversa que aconseja este tipo de medidas, que en otras épocas se aplicó con resultados desastrosos.

Mientras tanto, desde San Lázaro, la coordinadora del PRD en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez Piña, hizo un llamado al presidente de la República para que en lugar de repartir diez millones de Cartillas Morales se distribuya la misma cantidad de ejemplares de la Constitución de la República, para promover el cumplimiento de la misma en lugar de estar tratando de imponer su visión moral y cristiana a todas las mexicanas y los mexicanos.

Juárez Piña dijo que, además, le parece muy delicado el anuncio presidencial de que serán las y los normalistas y maestros, así como la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, quienes distribuyan los 10 millones de ejemplares de la Cartilla Moral.

Consideró: "Hay una violación al principio constitucional del Estado laico y no es la primera vez, ya hemos visto cómo el presidente utiliza una serie de frases bíblicas o cómo de repente pareciera que nos quiere imponer su propia visión de lo que tiene que ser la moral".

La violación al artículo 130 Constitucional, que establece la separación entre la Iglesia y el Estado; al artículo 41, que habla del respeto al Estado laico y lo que representa un Estado donde debe aplicarse y respetarse el Estado de derecho, son algunos preceptos constitucionales que se transgreden, además del 24 de la Carta Magna, relativo a la libertad que debemos tener todas y todos los mexicanos sobre la convicción y la libertad de conciencia ética y conciencia religiosa.

"La Cartilla Moral no debe descontextualizarse, es un documento que atendió otra etapa y necesidades de la vida nacional. En ese entonces en el país había una gran cantidad de analfabetismo y eran otras las circunstancias. Hoy lo que requerimos es el cumplimiento de la ley, el impulso de políticas públicas para terminar con la desigualdad y el que podamos tener una economía estable", apuntó la legisladora.

Veremos cómo avanza el asunto, aunque desde el púlpito ubicado en Palacio Nacional se pronunció la homilía que predomina sobre la propia Constitución.

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