La sana distancia no quiere decir que se congele la administración pública, al contrario cuidando los protocolos de salud, es menester que sigan trabajando ya sea de forma digital o mediante las comunicaciones tradicionales, amén de que las guardias no solo deban actuar cuando haya una emergencia, sino sacar los asuntos relevantes de cada institución.
Esta consideración aplica a los tres poderes de la Unión y los tres niveles de gobierno.
El Covid-19 llegó para quedarse y si algún iluso cree que después de un mes o 90 días ya se controló, está equivocado, ya que como otros virus se quedan y mutan para volverse más agresivos.
En esta lógica, el gobierno federal, el Poder Judicial y el Legislativo, tienen la obligación, sí de proteger a sus trabajadores y al público usuario, sin menoscabo del trabajo fundamental que tienen que cumplir.
Ante la crisis de salud, económica y de inseguridad pública, se requiere que el Estado cumpla con sus obligaciones que mandata la Carta Magna, ya que las necesidades y problemática de la población son mayúsculas.
Son millones de mexicanos afectados por la pandemia y no porque estén contagiados, sino porque ya les pegó en su subsistencia diaria, la falta de recursos económicos.
Además del paquete económico que presentó el día de ayer el presidente de la República, se requiere la participación de todo el sector oficial para enfrentar la mayor contingencia que ha vivido el país desde 1910.
Mientras la población vive en la zozobra y la incertidumbre, los legisladores federales ya se tiraron a la hamaca y se fueron a sus casas a resguardarse, en lugar de ser creativos para seguir con el periodo de sesiones vigente.
Que no sean flojos y mantenidos y que se pongan a trabajar.
Pueden seguir "trabajando" a través de reuniones virtuales, conectados por internet y cada quien en la comodidad de sus casas, aprovechar el tiempo para desde la arena legislativa, aportar para atenuar los efectos de la crisis.
La diputada Abril Alcalá Padilla (PRD) pidió a la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos convoque a retomar las sesiones y los trabajos legislativos, a fin de contribuir desde la Cámara de Diputados a contener y enfrentar la pandemia del Covid-19.
Se carece de un marco jurídico y constitucional que dote de las directrices legales "que establezcan mecanismos para ejercer nuestra obligación constitucional de sesionar y legislar en favor de la población, en la presente emergencia sanitaria".
Consideró que las sesiones ordinarias en el Palacio Legislativo de San Lázaro, podrían efectuarse con una proporcionalidad de diputadas y diputados presentes, respetando en todo momento las consignas de sana distancia y agrupamiento emitidas por las autoridades sanitarias.
Este punto es muy importante, no se requieren a los 500 diputados, sino solo una pequeña cantidad, proporcional al número de legisladores para que sesione el pleno.
La legisladora Abril Alcalá exigió que se definan con urgencia los mecanismos logísticos, protocolarios, tecnológicos y sanitarios, para llevar a cabo su labor legislativa en el combate de la pandemia y se trabaje con el personal indispensable de la Cámara de Diputados a fin de resguardar la salud de todos.