Mis Finanzas

El poder del ahorro salva tus finanzas

Se trata de vivir el estatus económico que permiten los ingresos y, cuando aumente el gasto, que sea a través de la elevación de las percepciones.

La pandemia ha forzado a utilizar todas las herramientas tecnológicas a nuestro alcance y, en ese sentido, la modernidad ayuda a sobrellevarla. Sin embargo, bajo una perspectiva financiera, es una llamada de atención para regresar a conceptos básicos de administración familiar, como es procurar el ahorro y evitar el endeudamiento sin propósito. Esto hace la gran diferencia para cualquier contingencia futura.

Establezcamos un punto de referencia para conocer los posibles resultados.

1.- Pensemos por un momento que una persona tiene la oportunidad de ahorrar 20 por ciento de su ingreso mensual. Con este acto de perseverancia, en poco más de un año tendría el equivalente a tres meses de sus percepciones y ante una situación grave podría sufragar los gastos por un lapso considerable, mientras encuentra otra fuente de recursos.

Con más tiempo, una alternativa rentable por arriba de la inflación y la reinversión de los intereses, en un periodo, digamos de cinco años, bien podría contar con un patrimonio suficiente para estar calmados en circunstancias adversas o utilizarlo para completar el enganche de un inmueble o emprender negocios.

Si a este ejemplo agregamos la superación profesional con crecimientos reales en las percepciones, una buena historia de inversiones rentables y una carrera sin sobresaltos laborales, se traduce en un capital que daría certidumbre para estar tranquilo en el presente y la vejez.

2.- Por el contrario, en un ejercicio hipotético, si alguien gasta por encima de sus ingresos, supongamos, un 10 por ciento de manera continua, con un costo similar a una tarjeta de crédito, liquidando sólo lo mínimo, en cinco años tendría una deuda equivalente a 12 meses del sueldo.

Irónicamente, el endeudamiento permanente conduce a lo que se desea evitar y es el bajar el nivel de vida, porque los pagos llegan a montos que obligan a reducir el gasto cotidiano y a tomar mayores créditos.

3.- La conclusión central, por lo tanto, es olvidarnos del endeudamiento y buscar ahorrar lo más posible. Empero, hay que hacerlo empatar también con los anhelos de crecimiento y de bienestar, es decir, se quiere viajar, comprar artículos de lujo o salir a divertirse.

El reto es regresar a lo básico, de vivir el estatus económico que permiten los ingresos y, en todo caso, cuando se aumente el gasto, que sea a través de la elevación de las percepciones y manteniendo en forma proporcional el ahorro.

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Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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