Mis Finanzas

AMLO nos quiere pobres y felices

El bienestar y la felicidad deben añadirse a la medición del desempeño de los gobernantes, pero no con la finalidad de simular un buen resultado.

Sea locura, ignorancia o malicia, me aterra que el presidente menosprecie las cifras de producción como medición de desempeño, para utilizar las del bienestar y felicidad. Me explico.

Desde una perspectiva académica hay propuestas serias de modificar la medición para 'añadir' el bienestar y la felicidad, con el fin de construir algo llamado BEN, Bienestar Económico Neto, pero se trata de mejorar una visión en donde puede entenderse que 'además' del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), sea considerado cómo se distribuye en la población, para ser 'aprovechado' por los mexicanos, independiente de su nivel de riqueza.

Lo que me parece alarmante es utilizar esta idea para dejar de valorar el crecimiento en la producción, porque es el origen de todo lo demás; es decir, sin ingresos es imposible resolver la situación de los pobres.

Incluso, es un contrasentido. Con sus propias palabras, López Obrador ha dicho infinidad de veces que el problema de la inseguridad es la pobreza, y en particular el empleo. ¿Cómo aumentar la ocupación sin avance productivo?

¿Cómo generar una elevación del bienestar sin dinero? Porque se ve reflejado en el acceso a hospitales, escuelas, carreteras, electrificación, etcétera.

Es tramposo, pues científicamente está comprobado que el ser humano tiende a ser feliz a pesar de su entorno y nivel económico. De hecho, en el esfuerzo de medición se ha encontrado que los países pobres muestran mayores índices de felicidad.

Contraviene a las instituciones del Estado como son el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, quienes calculan estimaciones de incremento del PIB, ya que, con base en ese dato, puede comprenderse cuál ha sido el resultado de la política económica y monetaria.

Es como si el director dijera que no importan las utilidades de la compañía, sino la felicidad de quienes laboran en ella. ¿Cómo contratar más personas? ¿Cómo incidir en un mayor progreso para las familias que dependen de las empresas?

Es cierto, existe una extrema concentración de la riqueza y es imperativo que el avance sea mejor distribuido en la población; sin embargo, es imposible hacerlo desapareciendo las fuentes de trabajo, porque detrás de un menor crecimiento está presente el desempleo, el subempleo y la informalidad.

Reitero, el bienestar y la felicidad deben añadirse a la medición del desempeño de los gobernantes, pero no con la finalidad de simular un 'buen resultado'.

¿Cómo percibes la económica en tu ámbito? Coméntame en Instagram: @atovar.castro Twitter: @albertotovarc

Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

COLUMNAS ANTERIORES

IA en el trabajo: ¿innovación o invasión?
‘Silver surfers’: más allá de los 40 en el trabajo

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.