Alberto Nunez Esteva

Corrupción, maldita corrupción

Alberto Núñez escribe sobre la corrupción y el combate que el presidente Andrés Manuel López Obrador está librando contra esta práctica.

Me duele, me duele mucho reconocer y decir que México, nuestro querido México, es uno de los países más corruptos del mundo. Efectivamente, según el reporte (IKAL) del analista Lic. Pedro Javier González, ocupamos el lugar 135 entre 180 países del mundo con un retroceso de 6 posiciones en relación al año anterior ¡Que vergüenza!

Aparece ahora el llamado "huachicol", que no es otra cosa que el robo de combustible a través de picar los ductos de Pemex y robar la fuga de combustible que provoca esta acción. Las pérdidas derivadas de esta acción se estiman en 60,000 millones de pesos que afectan el bolsillo de los dueños de esta empresa, que, según de nos ha dicho, somos todos los mexicanos.

¡Que detengan y encarcelen a los ladrones! Grito a través de estas líneas. Pero he gritado muchas veces y mi voz no se ha escuchado, seguramente porque entre ellos se encuentra un buen número de empleados y directivos de Pemex, de nuestra empresa, insistimos, la de todos los mexicanos.

Nuestro Presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ha comprometido a atacar a fondo la corrupción, se encuentre ésta en donde se encuentre. Es el momento, pues, de hacer suyo el problema y actuar en consecuencia ¿Cuándo vamos a ver a los culpables en la cárcel?

Se dice fácil, verdad, pero la complejidad de este problema, la corrupción, es enorme, pues se encuentra enquistado en el sector público, en el privado y en la sociedad en general. La solución no está, solamente, en el actuar de las fuerzas gubernamentales, que es, sin duda, muy importante, sino en el actuar de toda la sociedad. La escalera se limpia de arriba hacia abajo.

¿Y como pasamos de los discursos a los hechos?

Exijamos al señor Presidente no solamente que actúe acorde a su mensaje de honestidad, sino que lo exija a todos sus colaboradores y que paguen con la cárcel quienes no cumplan con su exigencia. El es un hombre honesto, sin duda, pero no basta pues está rodeado de un ambiente de corrupción que tendrá que atacar con toda la fuerza que le da su postura presidencial.

Pero muy importante también y quizás lo más difícil, es el actuar de la sociedad. Sí, de todos y cada uno de nosotros, los ciudadanos. No podemos exigir a nuestros dirigentes, lo que no estemos dispuestos a hacer los ciudadanos "O todos coludos o todos rabones" dice uno de nuestros muy abundantes dichos mexicanos. No debemos aceptar la corrupción venga ésta de donde venga. La lucha ya comenzó.

Mañana será otro día

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